Millonario descubre accidentalmente que su anciana madre vive en un viejo invernadero abandonado - Historia del día
Un millonario descubre que su distanciada madre anciana ha estado viviendo en un viejo invernadero abandonado a través de un reportaje en televisión. Tras averiguar sobre ella, descubre que hay más en la historia de su familia de lo que sabía en un principio.
Michael Howard es un millonario de 57 años que decidió no tener una familia propia. Aunque siempre imaginó cómo sería tener mujer e hijos, su infancia le impidió perseguir ese sueño.
En lugar de intentar sentar la cabeza, Michael dedicó todo su tiempo a su negocio. Era un adicto al trabajo, y el éxito de su negocio es la prueba de que, a lo largo de los años, su duro trabajo dio sus frutos.
Imagen con fines ilustrativos. | Fuente: Pexels
Un día, Michael estaba almorzando en su oficina cuando decidió encender la televisión para ver las noticias. Rara vez veía la tele, pero ese día en concreto, una parte de él quería verla, y no sabía por qué.
Después de escuchar a los periodistas informar sobre distintas cosas, como el tiempo y la bolsa, el tono cambió de repente cuando empezaron a hablar de una mujer mayor que vivía en un viejo invernadero abandonado desde que un terremoto arruinó su casa.
Michael sabía lo devastador que fue aquel terremoto para mucha gente. Ocurrió hace cinco años, y una parte importante de las afueras de la ciudad quedó en escombros.
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Mientras veía las noticias, se dio cuenta de repente de que conocía a la anciana. "No puede ser", se dijo, acercándose al televisor. Era su distanciada madre, Tess. El periodista lo confirmó cuando presentó a la mujer como "Tess" antes de entrevistarla.
De repente, la infancia de Michael pasó ante sus ojos. Recordó cómo, durante el último encuentro con su madre, esta lloraba a lágrima viva, suplicando a David, el padre de Michael, que no se marchara.
David se llevó a Michael a otro estado, donde decidió establecer un negocio. "¿Por qué no viene mamá con nosotros, papá?", le preguntó Michael en cuanto subieron al coche.
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"Tu madre decidió quedarse. Me enteré de que se enamoró de otro hombre y lo eligió a él antes que a nosotros. No te preocupes, Michael. Empezaremos una nueva vida sin ella", le dijo David a Michael mientras se alejaban.
Las palabras de David se le quedaron grabadas a Michael mientras crecía. Pensaba que su madre les había traicionado y no se atrevía a perdonarla.
Cuando Michael tenía 28 años, David murió de una enfermedad terminal. Antes de morir, cedió su negocio a Michael, diciendo que siempre había estado destinado a ser suyo.
"Te he enseñado todo lo que necesitas saber sobre el éxito, hijo. Ten confianza en ti mismo y en lo que puedes hacer. Estoy seguro de que puedes llevar a nuestra empresa a cotas más altas", le dijo David.
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Michael se quedó mirando la pantalla del televisor, viendo cómo su madre aireaba sus quejas en directo por televisión. Se dio cuenta de lo vieja que se había hecho y de lo frágil y cansada que parecía.
Michael se compadeció de su madre y pensó que ya era hora de volver a verla antes de que fuera demasiado tarde. Decidió ponerse en contacto con el canal de noticias local y hablar con el periodista encargado de la historia de su madre.
Gracias al periodista, Michael pudo conseguir la dirección del invernadero de su madre. Corrió hacia allí y lo que vio le rompió el corazón.
El invernadero era de cristal, estaba lleno de manchas y cubierto de enredaderas. El interior era demasiado caluroso y solo había enredaderas para protegerla del sol abrasador.
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Cuando Michael entró, vio que Tess se había hecho una cocina improvisada con carbón y una olla de metal. Había un viejo colchón en el suelo y ella colocó sus pequeñas pertenencias en un estante donde antes había plantas.
Al cabo de unos segundos, Tess vio a Michael dentro del invernadero. "¿Puedo ayudarte?", le preguntó. Entonces se fijó en la marca de nacimiento del cuello de Michael.
"Esa marca de nacimiento... mi hijo tenía exactamente la misma en el cuello. La reconocería al instante. ¿Eres tú, hijo?", gritó la anciana.
Michael sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas, pero hizo todo lo posible por evitar que cayeran. "Hola, mamá", saludó en voz baja.
"¿Cómo has estado, hijo mío?", preguntó Tess. "¿Cuánto tiempo ha pasado?"
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Michael se encogió de hombros. "No lo sé, mamá. Ha pasado demasiado tiempo. Vi tu noticia en la tele y no podía creer que hubieras estado viviendo aquí. He venido a ver si era verdad".
Tess cogió un viejo taburete de madera para que Michael se sentara. "¿Me permites que te cuente mi historia, Michael?", le preguntó mientras se sentaban, y Michael asintió tranquilamente con la cabeza.
"Siento no haberte ido a buscar, Michael", empezó Tess. "No sé qué te habrá contado tu padre, pero quiero que sepas mi verdad antes de que sea demasiado tarde. Me estoy haciendo vieja y no sé cuánto tiempo me queda..."
"Descubrí que tu padre me engañó con su secretaria en su día. Amenacé con llevarte si no la dejaba", reveló Tess. "Al final, le dio la vuelta a la tortilla. Afirmó que yo tenía una aventura y lo utilizó contra mí en los tribunales. Ganó tu custodia y os fuisteis de la ciudad", sollozó.
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Michael no podía creer lo que estaba oyendo. Una parte de él quería llorar, mientras que otra quería preguntarle a su padre si lo que decía Tess era cierto.
"Después de que os marcharais, no tenía nada. No tenía dónde quedarme, ni familia, ni trabajo. Tuve que volver a mudarme a casa de mis padres. Aquella casa era todo lo que tenía, y aquel horrible terremoto la arruinó. Nunca pude repararla porque no tenía dinero para hacerlo. Así que busqué por la ciudad un lugar donde quedarme y encontré este invernadero", explicó.
"Mamá... Lo siento mucho", lloró Michael. "No sabía que habías pasado por esto. Papá me contó una historia totalmente distinta, pero ahora todo tiene sentido. Sabía que no nos dejarías, pero él me hizo creer que sí" -le dijo.
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Tess asintió con la cabeza. "No pasa nada, hijo. Tu padre tenía sus razones. Me duele, pero he aprendido a dejarlo ir poco a poco con los años. Lo importante es que ahora estás aquí, ¡y me alegro mucho de verte!", dijo, abriendo los brazos para abrazar a Michael.
Michael prometió a Tess que nunca volvería a estar sola. Salieron juntos del invernadero y él la llevó a la mansión donde vivía.
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Una vez instalada, fueron al centro comercial y compraron todo lo que ella necesitaba para vivir cómodamente. La presencia de Tess en la vida de Michael le inspiró a mejorar. Ya no se ahogaba en el trabajo y dedicaba tiempo a su vida personal.
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Un día, mientras estaba en la iglesia con su madre, Michael conoció a una encantadora madre soltera llamada Mia, que tenía dos hijos preciosos. Tras estar juntos un par de veces, Michael se dio cuenta de que estaba enamorado y decidió darle una oportunidad.
Desde entonces, la familia de Michael ha crecido. Michael y Mia se casaron, y él adoptó legalmente a los dos hijos de ella. Tess estaba encantada de ser abuela y se sentía feliz de estar rodeada de gente a la que quería y apreciaba mucho.
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- La verdad siempre será liberada. Michael siempre pensó que la versión de su padre era la verdad, ya que nunca tuvo noticias de su madre. Al final, descubrió a través de Tess que su padre le había engañado y le había hecho creer una mentira durante toda su vida.
- Los hijos no deben sufrir por los errores de sus padres. Michael tuvo que vivir sin su madre por culpa de las decisiones de su padre en el pasado. Se vio privado de su madre, aunque ella no tuviera la culpa como el padre de Michael la inculpó en un principio.
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