
El secreto de mi padrastro me dejó atónita en mi cumpleaños y mi venganza lo hizo llorar
El día en que Nancy cumplió 18 años, una carta de su difunta madre le reveló un asombroso secreto: el hombre al que conocía como su padrastro, Stephen, era en realidad su padre biológico. Esta revelación desencadenó un viaje de perdón y unas sentidas vacaciones padre-hija que cambiaron sus vidas para siempre.
Cuando era pequeña, mi padrastro Stephen era algo más que un padre. Se convirtió en mi roca después de que mi madre falleciera cuando yo sólo tenía 10 años. Nuestro hogar se sentía vacío y extraño sin ella. Los primeros años fueron duros para los dos.

Chica triste | Fuente: Pexels
Todo cambió en mi vida. Stephen no era sólo un nuevo padre; era un extraño que intentaba ocupar el lugar de mi madre. Al principio, no se lo puse fácil.
Lee también: Mi esposo me echó de casa cuando estaba embarazada — Mi venganza le hizo caer de rodillas
Estaba enfadada y triste, y Stephen era quien tenía que lidiar con todo ello. Pero nunca se rindió conmigo. Siempre estaba ahí, ayudándome con los deberes, asistiendo a los actos escolares y escuchándome cuando necesitaba hablar.

Mujer triste | Fuente: Pexels
"Hola, chiquilla", decía Stephen en voz baja, asomándose a mi habitación. "¿Cómo te ha ido hoy en el colegio?".
"Bien", murmuré, sin levantar la vista de mi libro. Echaba mucho de menos a mi madre y Stephen no tenía ni idea de cómo manejar mi dolor.
"La cena está lista si tienes hambre", dijo, intentando sonar alegre.

Mujer triste en un campo | Fuente: Pexels
"No tengo hambre", espeté, sintiendo una oleada de ira. "¡Quiero a mamá!".
Stephen trabajaba incansablemente para mantenernos. Se aseguraba de que tuviera todo lo que necesitaba, desde material escolar hasta apoyo para mis aficiones.
"Hago todo lo que puedo, Nancy", dijo Stephen una noche, tras una discusión especialmente acalorada sobre mi toque de queda. "Esto tampoco es fácil para mí".
"¡No eres mi padre!", grité, con lágrimas en los ojos. "¡No puedes decirme lo que tengo que hacer!".

Padre e hija | Fuente: Pexels
Pero Stephen nunca se rindió. Asistía a todos los actos escolares, por pequeños que fueran.