Imágenes del interrogatorio revelan cómo el asesino comete un desliz inesperado cuando le preguntan: "¿Qué cree que ocurrió?"

No es inaudito que los asesinos se inserten en una investigación e incluso den pistas a los agentes. Tal vez, algunos simplemente no pueden evitar caminar con los nervios de punta o intentan aparentar ser simples transeúntes. Sin embargo, este hombre no pudo engañar a la policía cuando se presentó para ser interrogado.

No se sabe mucho sobre la vida de Linda Riley antes de su desaparición el 27 de febrero de 2012, y lo que sabemos procede principalmente de los interrogatorios de Jay Rothe.

El hombre acudió a la comisaría del Departamento de Policía de Springfield, en Misuri, supuestamente para informarse sobre la desaparición de su amiga. Según el Youtuber "Mind of A Criminal", cuando el hombre se presentó en la comisaría, parecía un amigo de Riley realmente preocupado.

Un día antes, Riley había sido dada por desaparecida por su vecino, que estaba preocupado por las llamadas sin respuesta en su casa. Al ir a verla, el vecino encontró la casa abierta y a Riley en paradero desconocido.

Tras encontrar su teléfono y su bolso en la casa, la policía sospechó inmediatamente que se trataba de un crimen. Se emitió una alerta de persona desaparecida en peligro, declarando que Riley había desaparecido de su casa "en circunstancias sospechosas".

Según "Mind of A Criminal", Rothe solicitó un interrogatorio voluntario y en un principio no era una persona de interés. Sin embargo, la policía sabía que el hombre estuvo en contacto con Riley dos días antes de su desaparición.

En el fragmento de las imágenes de la entrevista, Rothe dijo que salió hacia las 3:10 de la madrugada con la basura de la mujer para tirarla y le envió un mensaje de texto diciendo que había llegado bien a casa al llegar. Al parecer, no sospechó nada cuando ella no respondió a su llamada por la mañana, porque "lo hacía siempre".

El comportamiento preocupado de Rothe se atribuyó a su deseo de encontrar a Riley rápidamente. Las primeras 24 horas tras la desaparición de una víctima son cruciales, por lo que era natural que un amigo colaborara en la búsqueda. Sin embargo, la actitud de la policía cambió cuando el hombre empezó a dar su versión de los hechos.

Rothe informó a la policía de que Riley estaba "un poco estresada" por los hombres que se habían acercado, especialmente por "Floyd". Esta afirmación se vio respaldada por los garabatos con ese nombre encontrados en la escena del crimen. El hombre mencionó haber visto a "Floyd" una vez. No sabía su apellido.

"No sé qué pasó, con ese vecindario puede pasar cualquier cosa...".

Rothe resbaló cuando el agente insinuó que la preocupación por la desaparición de Riley podía ser exagerada. "Mind of A Criminal" explicó que el agente utilizó esta estrategia para ver si la preocupación del hombre no era más que una fachada. "¿Crees que tal vez se marchó?", preguntó el agente.

"No, no se iría sin sus perros y sus cosas, hombre...".

"¿Crees que siguen allí?"

"Oh, imagino que sí".

Este fue el error revelador que alertó al agente, ya que en aquel momento Rothe no tenía forma de saber si los perros seguían en su apartamento.

En la misma entrevista, Rothe admitió haber mantenido una relación sexual con Riley y negó que sus discusiones hubieran llegado a las manos. Cuando le preguntaron si había tenido algo que ver con que ella se hubiera ido, el hombre respondió: "No... ¿Cómo iba a hacerlo?".

Al día siguiente, Rothe volvió a presentarse en la comisaría, esta vez para introducir nueva información en la historia. En primer lugar, habló al agente de un ex maltratador, que la tiraba del pelo y le dejaba los brazos amoratados.

Luego, recordó que un hombre llamado "Roger" se quedó en la casa durante una semana más o menos. Según Rothe, "Roger", cuyo apellido tampoco sabía, se escondió en el baño cuando la policía llamó a la puerta porque lo buscaban.

Como comentó "Mind of A Criminal", en ese momento el agente ya había reconocido que Rothe estaba montando una historia. Mencionó a tres hombres convenientemente sospechosos -el ex, "Floyd" y "Roger"- para apartar a la policía de sí mismo.

Aquel día, Rothe también recordó un accidente en el que Riley "pensó" que la había golpeado en la boca. Supuestamente, el hombre la llevó a ver a "unos tipos que ella quería ver" y después decidió llevarla a casa bruscamente, lo que provocó que la mujer chocara con su mano.

Antes de su desaparición, Riley también presentó una denuncia formal contra Rothe alegando agresión. También denunció que tenía miedo del hombre.

"Al tener conocimiento de la investigación policial en curso sobre estas acusaciones, Jay vuelve proactivamente a la comisaría con la intención de aclarar su versión de los hechos".

Rothe relacionó sus sospechas sobre él con el accidente que ya había relatado.

Tres días después, Rothe fue llamado de nuevo a comisaría. Esta vez estaba allí para someterse a la prueba del polígrafo. El hombre sabía que era esencial para probar su inocencia y demostrar su preocupación, y aceptó.

Rothe respondió negativamente a tres preguntas: "¿Fue físicamente responsable de la desaparición de Linda Riley de su residencia el 27 de febrero de 2012?", "¿Sacó físicamente a Linda Riley de su residencia el 27 de febrero de 2012?", y "¿Causó físicamente la muerte de Linda Riley el 27 de febrero de 2012?". Sin embargo, falló estrepitosamente.

Al ver que Rothe parecía derrotado y posiblemente dispuesto a cooperar, el agente le informó de que los técnicos de la escena del crimen habían estado registrando su casa y habían encontrado objetos que "no tenían buena pinta" para él.

"Tenemos que acabar con esto, dejarnos de juegos. Sabemos que ha ocurrido algo. ¿Cómo ocurrió? No lo sé".

Las imágenes muestran al agente acercándose a Rothe para quedar bien con él. "Cometió un error", dijo. "Todos los cometemos, ¿vale?"

Poco a poco, Rothe empezó a recordar con detalle cómo fue la noche. Estaban discutiendo. "Ella fue y me abofeteó", dijo. Entonces, el hombre "la abofeteó", Riley se cayó y se golpeó la cabeza.

"Supongo que no... no volvió en sí".

"Mind of A Criminal" explicó que, incluso con la confesión, seguía existiendo la preocupación de que Rothe cambiara de opinión y afirmara que se trataba de una confesión falsa. La única forma de demostrar que era realmente el asesino era obligarle a mostrar el cadáver.

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Rothe reveló entre lágrimas que llevó el cadáver de Riley al último lugar al que fueron, Aldrich, y lo quemó.

"No podía ni verlo suceder... me ponía enfermo. No sabía qué hacer...".

El 4 de marzo de 2012, una semana después de la desaparición de Riley, Rothe condujo a la policía al lugar donde incineró el cadáver.

Rothe fue acusado de delito grave de retención, secuestro y asesinato en segundo grado por falta de premeditación. Se declaró culpable en 2013 y estuvo cumpliendo su cadena perpetua en el Centro Correccional de Jefferson City hasta su muerte en 2022, 3 años antes de que pudiera optar a la libertad condicional.

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