¿Qué le ocurrió a este hombre de Florida que se quedó en su barco durante el huracán Milton y por qué se negó a abandonarlo?

Un hombre de Florida llamó la atención de los usuarios de las redes sociales tras negarse a evacuar ante la llegada del huracán Milton. Permaneció en su barco mientras la tormenta amenazaba la bahía de Tampa a pesar de las advertencias. Averigua qué motivó su arriesgada decisión y si sobrevivió al peor huracán del siglo.

El huracán Milton se preveía como una de las tormentas más catastróficas a las que Florida iba a enfrentarse en más de un siglo. Una enorme marejada ciclónica amenazaba con inundar la costa del Golfo, elevando el nivel del agua hasta 3 metros en ciertas zonas.

El Centro de Predicción FOX advirtió que la tormenta podría incluso superar las marejadas récord vistas en el pasado, como las del huracán de 1848 y la tormenta de 1921 que devastó gran parte del centro de Tampa y el condado de Pinellas.

Los meteorólogos no dudaron de que Milton causaría daños generalizados, e instaron a los floridanos a evacuar. "La marejada ciclónica es el aspecto más mortífero de un huracán", dijo el meteorólogo de FOX Weather Craig Herrera.

Pero en medio de las advertencias, un hombre se negó a marcharse. Un lugareño conocido como "Teniente Dan" había anclado su velero de 6 metros en el puerto de Tampa y se mantuvo firme en su decisión de resistir al huracán.

A medida que se acercaba la tormenta, explicó por qué no quería evacuar: "Dios me dijo que viniera aquí y consiguiera un barco. Vine aquí y conseguí un barco, y todo lo que me ha estado diciendo en los dos últimos días es que estoy haciendo lo correcto", dijo.

"Me cubre las espaldas. Estoy en buena forma. No me preocupa. Vamos a sobrellevarlo. Nos las hemos arreglado como... sabemos lo que hacemos, y mientras el agua siga subiendo, estaremos bien", continuó el teniente Dan.

No sólo se mostraba confiado, sino también desafiante. Incluso dijo que no llevaría chaleco salvavidas durante la tormenta. "El agua va a entrar, va a subir. Si estás en tierra, se va a inundar, corres el riesgo de ahogarte. Yo estoy en una barca", compartió.

"El barco sube con el agua; así que, aunque el barco suba treinta metros en el aire, yo estaré treinta metros en el aire con el agua. […] El lugar más seguro del mundo para estar es mi barco", añadió el teniente Dan.

También dio una vuelta por su modesta embarcación, que había equipado con provisiones suficientes para pasar la noche. La embarcación tiene una cama, una sala de estar improvisada y una pequeña cocina equipada con productos básicos como avena, café, Cheez-Its, cajas de agua y sopa enlatada.

Aunque su barco no era perfecto, con algunas goteras aquí y allá, el teniente Dan confiaba en que resistiría la tormenta. Mientras se preparaba para el huracán, la gente le advirtió de una conocida parábola sobre un hombre que se negó a evacuar durante una inundación.

En la historia, el hombre esperaba a que Dios le salvara, aunque los esfuerzos de rescate llegaban en forma de automóvil, barco y helicóptero. Cada vez, el hombre rechazaba la ayuda, creyendo que Dios intervendría directamente.

Cuando el hombre acabó ahogándose y preguntó a Dios por qué no le había salvado, Dios le respondió que había enviado ayuda en forma de automóvil, barco y helicóptero. Pero al teniente Dan no le conmovió el cuento con moraleja.

"Dios me envió aquí. Me envió aquí. Me dijo que viniera aquí. Me dijo que estuviera aquí para esto. Así que estoy haciendo lo que me dijo que hiciera. Así que sé que no envió a nadie para sacarme de aquí", declaró.

"Y cualquiera que intente sacarme de aquí, no es de Dios, porque Dios me dijo que aquí es donde se supone que debo estar y por eso lo estoy haciendo", continuó.

La fe del teniente Dan era inquebrantable, y mantuvo la calma ante la creciente tormenta, revelando: "Esto no es nada comparado con lo que he pasado".

Entonces llegó el huracán Milton. El huracán tocó tierra con fuerza destructiva, dejando sin electricidad a más de tres millones de personas en todo el estado. Las rachas de viento alcanzaron los 160 km/h cerca de Tampa, donde se declaró la emergencia por inundaciones repentinas y se interrumpieron los servicios de emergencia.

El ojo de la tormenta, tras desplazarse durante la noche desde la zona de la bahía de Tampa hacia Orlando y Cabo Cañaveral, empezó a salir de la península de Florida. Pero aunque la tormenta se debilitó hasta convertirse en un huracán de categoría 1, siguió azotando la costa con fuertes vientos y lluvias torrenciales, causando grandes inundaciones.

En Daytona Beach se registraron ráfagas de viento de 83 mph, y la marejada ciclónica siguió constituyendo una amenaza, con crecidas de hasta metro y medio a lo largo de la costa. En el condado de Hillsborough, donde estaba anclado el barco del teniente Dan, las inundaciones repentinas se extendieron tierra adentro, mezclándose con el agua de la marejada ciclónica procedente de la costa.

En un solo día llovió el equivalente a meses. Con los ríos y arroyos crecidos y la crecida de las aguas cada vez más hacia el interior, la situación se hizo aún más grave. Los equipos de emergencia tuvieron que esperar a que pasara la tormenta para reanudar sus operaciones.

Tras la tormenta, muchos se preguntaron qué le había ocurrido al teniente Dan. Confiaba en que su barco lo mantendría a salvo, pero con el nivel de devastación que había dejado el huracán Milton, algunos temieron lo peor.

Afortunadamente, sobrevivió. En una actualización de las redes sociales, un usuario mostró que el teniente Dan había superado la tormenta ileso y reveló que la experiencia no había sido tan mala como esperaba.

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A pesar de las terribles advertencias, su fe y su barco le ayudaron a atravesar la noche. La convicción del teniente Dan y su decisión de permanecer a bordo durante el huracán Milton resultaron menos peligrosas de lo esperado.

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