Estrella de los 80 Barbara Bach dejó Hollywood, encontró el amor con una estrella del rock y llevan 43 años juntos — Fotos que emocionaron a los fans

Puede que la decisión de Barbara Bach de abandonar Hollywood sorprendiera a muchos en su momento, pero uno de sus mayores papeles ha sido estar al lado de uno de los bateristas más emblemáticos del mundo. Juntos desde hace más de 43 años, su historia de amor es tan cautivadora como las carreras que una vez siguieron.

Barbara Bach maravilló al público con su talento y belleza durante el apogeo de su carrera como actriz en los años setenta y ochenta. Sin embargo, tras alcanzar el estrellato, se apartó de la actuación al enamorarse de una estrella del rock.

Echa un vistazo a su apasionante historia de amor: desde superar juntos la adicción hasta enfrentarse al escrutinio público, y cómo su vínculo ha perdurado durante más de cuatro décadas.

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De Italia a Hollywood - El ascenso a la fama y el primer matrimonio de Barbara Bach

El viaje de Bach al estrellato comenzó lejos de las brillantes luces de Hollywood. A principios de los 60, conoció a su primer marido, Augusto Gregorini, durante uno de sus trabajos como modelo en el extranjero.

Gregorini, un empresario italiano once años mayor que ella, la cautivó y, tras casarse, la pareja se trasladó a Italia. Allí, la carrera de Bach como actriz empezó a tomar forma.

Su primer papel importante llegó en 1968, cuando interpretó a Nausicaa en la adaptación televisiva italiana del poema épico de Homero "The Odyssey", dirigida por Franco Rossi. Este temprano éxito preparó el terreno para su floreciente carrera en la industria cinematográfica italiana.

En los años siguientes, obtuvo más reconocimiento por sus papeles en películas como "The Black Belly of the Tarantula" en 1971, donde trabajó junto a sus compañeras Bond Claudine Auger y Barbara Bouchet.

Durante su primer matrimonio, Gregorini y Bach tuvieron dos hijos, Francesca y Gianni. Sin embargo, el matrimonio no duraría, y en 1975 la pareja se había separado.

Bach reflexionó sobre su primer matrimonio: "Mi matrimonio no fue en absoluto un error. Tengo dos hijos maravillosos -Francesca, de 12 años, y Gianni, de 8- y aprendí una cultura totalmente nueva. Simplemente no era un compromiso para toda la vida".

Tras su divorcio, Bach regresó a Estados Unidos, dispuesta a embarcarse en el siguiente capítulo de su carrera. Hollywood la atrajo, y su gran éxito llegó en 1977, cuando interpretó a Anya Amasova en "The Spy Who Loved Me", una de las películas más emblemáticas de James Bond.

Su interpretación de la audaz y bella chica Bond le granjeó una gran fama y consolidó su estatus como actriz principal de la época. Aunque había alcanzado la cima de su carrera con la película de Bond, su periplo en Hollywood tuvo altibajos antes de llegar a su fin en 1986.

Un revés notable fue perder la oportunidad de unirse al reparto de "Charlie's Angels" en favor de Shelley Hack. Sin embargo, esta pérdida resultó ser una bendición disfrazada, ya que le permitió firmar para la película de 1981 "Caveman", en cuyo rodaje conoció al que sería su marido durante más de cuatro décadas.

Conocer a Ringo Starr

Cuando Bach vio por primera vez al emblemático baterista de los Beatles, Ringo Starr, era sólo una adolescente entre los 55.000 fans del estadio Shea, que les animaban durante su histórico concierto en EE.UU.

Poco sabía que acabaría enamorándose de uno de los miembros de la banda. Su viaje de modelo a actriz la llevó por varios rincones del mundo, pero fue en el plató de "Caveman" donde conoció a Starr.

Para entonces, él ya era una estrella consagrada, no sólo como baterista de Los Beatles, sino también como actor. Él comentó: "Siguen pensando que sólo soy un baterista de rock'n'roll y no me respetan como actor, pero la gente con la que he trabajado -como Peter Sellers y Richard Burton- me dio una educación mucho mejor de la que podría darme una escuela de interpretación".

Su relación floreció rápidamente. Bach recordaba con cariño: "El 27 de abril me dijo que me quería", y desde ese momento la pareja se hizo inseparable. Cuando terminó el rodaje, ya se habían ido a vivir juntos.

Sin embargo, su romance se vio pronto puesto a prueba cuando sufrieron un grave accidente de coche cerca de Londres, Inglaterra. Starr dio un volantazo para evitar el derrape de un camión, y su automóvil volcó dos veces tras chocar contra dos postes de luz.

Milagrosamente, ambos salieron ilesos. Más tarde, Starr dijo dulcemente: "Decidimos que no pasaríamos ningún tiempo separados. Hasta ahora, la ruptura más larga había sido de cinco días, y eso era demasiado tiempo. Quiero vivir cada minuto con Barbara".

El escrutinio público al que se enfrentaban también añadió una capa de complejidad a su relación. Starr se había divorciado anteriormente de Maureen Starkey, la madre de sus tres hijos: Zak, Jason y Lee.

También había mantenido relaciones de alto nivel con la cantante Lynsey de Paul y la modelo Nancy Andrews. "Los dos teníamos la misma filosofía. Ninguno de los dos quería volver a casarse", reveló Bach durante una entrevista con la revista Playboy.

Sin embargo, el vínculo de la pareja se hizo más fuerte a medida que se apoyaban mutuamente en los retos de la vida. "Sinceramente, nunca pensé que tendría tanta suerte, que me enamoraría tanto que querría repetirlo todo. Mi familia estaba conmocionada", añadió ella.

Una de las pruebas más importantes a las que se enfrentaron juntos fue su lucha contra el abuso de sustancias. En octubre de 1988, la pareja buscó tratamiento en la Clínica de Rehabilitación Sierra Tucson.

La experiencia les ayudó a ambos a dar un giro a sus vidas, y la carrera musical de Starr, que había pasado a un segundo plano a finales de los 70 y los 80, se reavivó.

"No hice giras en los 80, y tampoco muchas en los 70. Me metí en un montón de sustancias y se volvieron más importantes que cualquier otra cosa", admitió Starr.

"En el 88 acabé en rehabilitación y en el 89 formé la primera All-Starr Band. Volví a la normalidad, y eso es lo que he hecho desde entonces", añadió el icónico baterista.

Desde su recuperación, Bach y Starr se hicieron vegetarianos y se dedicaron a retribuir. Fundaron la Fundación Lotus, una organización benéfica que financia diversos proyectos destinados a promover el bienestar social.

Entre ellos se incluyen iniciativas de apoyo a personas que luchan contra el abuso de sustancias, personas con parálisis cerebral y pacientes con tumores cerebrales, entre otras causas.

Reflexionando sobre su amor duradero, Bach declaró simplemente: "Amo al hombre, y ya está". Starr se hizo eco de su sentimiento, diciendo: "No hay escapatoria... Creo que quiero a Barbara tanto [hoy] como la quería [cuando nos conocimos], y estoy más que bendecido de que ella me quiera y de que sigamos juntos".

En julio de 2021, Starr utilizó Instagram para compartir una instantánea de él y Bach, y un usuario de las redes sociales comentó:"Una pareja tan hermosa... espero que tu cumpleaños haya sido totalmente increíble Ringo!!!!!".

Otra persona escribió: "Qué guapos. Los quiero a los dos". Un tercero añadió: "Preciosa foto, Barbara y tú están fabulosos". Un cuarto escribió: "¡Una pareja genial!".

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La historia de amor de Barbara Bach y Ringo Starr es un testimonio de su compromiso duradero y su resistencia. La pareja se ha enfrentado a los retos de la vida codo con codo y, tras más de 40 años juntos, su vínculo sigue siendo fuerte, demostrando que el amor verdadero puede prosperar, incluso bajo los focos.

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