Padre e hijo de poco más de 20 años entre las víctimas del incendio de Eaton – Habla la hija

Un padre y su hijo se encuentran entre las al menos 24 personas que han muerto trágicamente en los incendios provocados por el viento que han arrasado más de 40.000 hectáreas en la zona de Los Ángeles.

Anthony Mitchell y su hijo Justin intentaban evacuar la zona, pero quedaron atrapados por el avance de las llamas. Sus trágicas muertes han dejado a su familia desconsolada.

La hija de Anthony, Hajime White, reveló que su padre había estado esperando una ambulancia para evacuarles a él y a Justin de su casa de Altadena, California, pero que nunca llegó. Las autoridades informaron a Hajime de que Anthony fue encontrado junto a la cama de Justin. Justin, que tenía poco más de 20 años, padecía parálisis cerebral, y Hajime cree que su padre intentaba salvarlo.

"No iba a abandonar a su hijo. Pasara lo que pasara", dijo Hajime, que es Doula en Warren, Arkansas. Su padre, al que describió como un hombre de gran corazón, tenía 67 años. Era un vendedor jubilado y un amputado que utilizaba silla de ruedas.

Hajime también recordó la conversación que mantuvo con su padre el día en que debían evacuar. "Me dijo: 'Cariño, te informo de que se ha declarado un incendio y vamos a tener que evacuar'. Luego dijo: 'Tengo que irme, el fuego está en el patio'", narró Hajime.

Por desgracia, Anthony y Justin no consiguieron salir. El otro hijo de Anthony, Jordan, que también tiene 20 años y vivía con la familia, estaba en el hospital en el momento de la tragedia.

Justin, que leía y se comunicaba a través de un ordenador debido a su discapacidad, era hermanastro de Hajime. Tanto Justin como Anthony serán profundamente echados de menos por su extensa familia.

Anthony era padre de cuatro hijos y tenía 11 nietos y 10 bisnietos. La familia de Hajime, que reside en Arkansas, se refería a él como "FaFa", abreviatura de lejos. Anthony también apreciaba mucho a sus nietos y les ponía apodos para recordarlos. "Tarta de Fresa, Malvavisco, Bicho... no paraba", dijo Hajime.

Esta pérdida ha golpeado duramente a Hajime. Señaló: "Es como si me cayera encima una tonelada de ladrillos". Por ahora, está esperando noticias del resto de su familia en Los Ángeles sobre cuándo será seguro para ella volar y hacer los preparativos para el funeral de Justin y Anthony.

Según la página oficial del gobierno de California, los incendios forestales de Palisades, Eaton y Hurst han arrasado 40.300 acres y han dejado varias estructuras y viviendas destruidas. La devastación sigue afectando a innumerables familias y comunidades.

El incendio forestal de Palisades está actualmente contenido solo en un 13%, mientras que los incendios de Eaton y Hurst han alcanzado un 27% y un 89% de contención, respectivamente. La oficina del forense del condado de Los Ángeles informó de que el número de vidas perdidas ha aumentado a 24 durante el fin de semana, con ocho víctimas mortales relacionadas con el incendio de Palisades y 16 con el de Eaton.

Los funcionarios prevén que el número de muertos puede aumentar a medida que los equipos, ayudados por perros rastreadores de cadáveres, lleven a cabo minuciosas búsquedas por cuadrículas en los vecindarios reducidos a escombros. El sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna, dijo que hay 12 personas desaparecidas en la zona de Eaton, mientras que cuatro están en paradero desconocido en la zona de Palisades.

El Servicio Meteorológico Nacional también ha emitido avisos de bandera roja por las graves condiciones del incendio hasta el 15 de enero, con vientos sostenidos de 80 km/h y rachas en las montañas de hasta 110 km/h.

Se espera que el 14 de enero sea el día más peligroso para los incendios forestales de California, sobre todo porque los vientos amenazan con intensificar la propagación de las llamas. Como preparación, el jefe de bomberos del condado de Los Ángeles, Anthony C. Marrone, informó de que han llegado 70 camiones cisterna adicionales para ayudar a los bomberos a combatir las llamas.

Otra familia de Altadena, California, está lidiando con la angustia y la pérdida después de que el incendio forestal de California arrasara un tranquilo vecindario, cobrándose la vida de un querido abuelo. Rodney Nickerson, de 83 años, fue encontrado muerto en su cama. Su hija, Kimiko Nickerson, descubrió su cadáver entre los restos calcinados de su casa familiar, que se había mantenido en pie desde finales de la década de 1960.

El devastador incendio forestal estalló el martes por la noche (7 de enero de 2025), extendiéndose rápidamente cerca de Altadena Drive y Midwick Drive, a unos cinco kilómetros de la casa de los Nickerson. A pesar de las repetidas súplicas de su familia y vecinos para que evacuara, Rodney insistió en quedarse en la casa en la que había vivido durante más de cinco décadas.

Kimiko contó que la última conversación que mantuvo con su padre fue sobre las 21.30 de la noche del incendio. Él le había asegurado: "Estaré aquí mañana".

El hijo y los vecinos de Kimikso también intentaron persuadir a Rodney para que se marchara, pero él se mantuvo firme en su decisión de quedarse. "Dijo que estaría bien", relató Kimiko. Cree que se disponía a irse a la cama tras la llamada, fiel a su costumbre de toda la vida de levantarse a las 4 de la madrugada, incluso cuando estaba jubilado.

Rodney tenía profundos lazos con la comunidad de Los Ángeles, pues había comprado su casa familiar de Altadena en 1968 por solo 5$. Su legado en la zona se extendía más allá de su vida: su bisabuelo, William Nickerson, fundó Nickerson Gardens, la mayor urbanización pública de Los Ángeles.

Rodney pasó 45 años trabajando como ingeniero de proyectos para Lockheed Martin, una importante empresa aeroespacial y de defensa. Su esposa, que también trabajaba en Lockheed, compartió la construcción de la vida familiar en Altadena, criando a sus hijos en la misma casa que Rodney se negó a abandonar.

La rápida propagación del incendio de Eaton cogió a los residentes por sorpresa. Según Sky News, Kimiko describió la confianza de su padre en que las llamas no alcanzarían su propiedad. Trágicamente, juzgó mal la trayectoria errática y devastadora del fuego.

"Simplemente, no quería evacuar", dijo Kimiko , reflexionando sobre la decisión de su padre. "Lleva viviendo aquí desde 1968, y ha estado en Altadena toda mi vida".

El fuego atravesó el tranquilo barrio suburbano a una velocidad alarmante, saltando calles y causando importantes destrozos. "Como todos nosotros en este bloque, en cuatro manzanas, no pensó que iba a ser tan devastador", compartió Kimiko. "Saltó calles enteras y afectó a esta comunidad, pero no tocó en absoluto la ladera de la montaña".

Tras el desastre, Kimiko expresó la abrumadora pena e incredulidad a la que se enfrentan ella y su familia. "No tengo palabras para explicar mis sentimientos en este momento", dijo. "Simplemente, estoy callada y entumecida y solo intento mentalmente pasar por el proceso".

La familia Nickerson no está sola en su dolor. El incendio de Eaton sigue dejando un rastro de angustia en Altadena y zonas vecinas. El 9 de enero de 2025, KTLA 5 informó de la muerte de un hombre de 66 años llamado Victor Shaw, que fue identificado el miércoles 8 de enero por la mañana como una de las cinco víctimas que se cobró el incendio de Eaton.

Trágicamente, la familia de Victor lo encontró tirado al borde de la carretera junto a su casa, con una manguera de jardín en la mano. Los seres queridos de la víctima del incendio también confirmaron que Victor perdió la vida intentando defender su casa de las llamas.

El hecho de que la hermana de Victor, Shari Shaw, con la que vivía, intentara que su hermano la acompañara en la evacuación la noche del 7 de enero, cuando el fuego se acercaba a su casa, añade más dolor.

Al parecer, Victor, cuyos seres queridos dicen que tenía problemas de salud que afectaban a su movilidad, había dicho a Shari que quería quedarse para intentar combatir el fuego cuando ella salía corriendo por la puerta.

Shari relató en primera persona el momento al medio de comunicación: "Cuando volví a entrar y grité su nombre, no me respondió, y tuve que salir porque las brasas eran tan grandes y volaban como una tormenta de fuego, que tuve que salvarme. Miré detrás de mí y la casa empezaba a arder en llamas, y tuve que salir".

Al Tanner, un amigo de la familia, dijo que encontraron el cuerpo carbonizado de Victor a la mañana siguiente. Según: "Al parecer que intentaba salvar la casa que sus padres tuvieron durante casi 55 años".

Expresando su devastación a KTLA 5, Shari dijo que "se cayó al suelo" al enterarse de la muerte de su hermano, y señaló que incluso era incapaz de mirarlo. "Solo me dijeron que estaba tendido en el suelo y que parecía sereno, como si estuviera en paz", añadió la desconsolada hermana.

El cuerpo de Victor seguía en la propiedad de su familia, en el bloque 3000 de la avenida Montrose, el miércoles por la noche, debido a que las condiciones de inseguridad impedían a la oficina del forense recuperarlo.

La causa del incendio de Eaton, de 10.600 acres, que se cobró la vida de Victor, se investiga desde el jueves por la mañana (9 de enero), y es uno de los muchos incendios forestales activos y de gran magnitud que han estallado en la zona de Los Ángeles.

Según KTLA 5, el incendio de Palisades es el mayor de todos, ya que abarca la friolera de 17.234 acres y ha destruido aproximadamente 1.000 estructuras.