Una cosa que Gene Hackman hizo con su esposa Betsy Arakawa en su hogar antes de que ambos fueran encontrados muertos allí

Un empleado de mantenimiento llegó a la casa de Gene Hackman en Santa Fe y notó algo inusual. Dentro, los investigadores descubrieron detalles que condujeron a un examen más minucioso de la escena. En su vida privada, Hackman y su esposa tenían una rutina que solían disfrutar juntos en casa.

El 26 de febrero de 2025, Gene Hackman y su esposa, Betsy Arakawa, fueron encontrados muertos en el interior de su casa de Santa Fe. También descubrieron muerto a su perro, lo que se sumó a los crecientes interrogantes que rodeaban la escena. Las autoridades iniciaron una investigación, pero no hubo indicios inmediatos de un crimen.

La pareja había vivido recluida durante años, sin hacer apenas apariciones públicas. Hackman, retirado de Hollywood desde hacía tiempo, se había instalado en una vida tranquila con Arakawa, siguiendo una rutina familiar en su casa. Justo antes de que los encontraran, habían pasado un rato haciendo algo que solían hacer juntos.

Carrera y jubilación de Hackman

La carrera de Hackman abarcó casi seis décadas, lo que le mereció la reputación de ser uno de los actores más versátiles y respetados de Hollywood. Protagonizó una gran variedad de películas, desde dramas descarnados hasta comedias y superproducciones llenas de acción.

Su papel más destacado fue en "Bonnie and Clyde", de 1967, que le valió su primera nominación al Oscar. Ganó dos Oscar, uno por "The French Connection", donde interpretó al implacable detective "Popeye" Doyle, y otro por "Unforgiven", en la que encarnó al despiadado sheriff "Little Bill" Daggett.

Otras películas importantes fueron "The Conversation", "Superman", "Hoosiers", "The Birdcage", y "The Royal Tenenbaums". A pesar de su éxito, Hackman nunca se consideró una persona de Hollywood. Tenía fama de ser reservado y a menudo evitaba los actos de la industria.

A principios de la década de 2000, empezó a retirarse de la actuación y a aceptar menos papeles. Su última aparición en el cine fue en "Welcome to Mooseport" (2004), tras la cual se alejó discretamente de los focos. Su decisión de retirarse no se debió a la falta de oportunidades, sino a la preocupación por su salud.

"La gota que colmó el vaso fue una prueba de esfuerzo a la que me sometí en Nueva York", explicó Hackman en una entrevista con la revista Empire. "El médico me advirtió que mi corazón no estaba en condiciones de someterlo a ningún esfuerzo".

Tomándose en serio la advertencia, tomó la decisión de dejar la actuación para siempre. Aunque reconoció que echaba de menos el oficio, Hackman admitió que las exigencias de la industria se habían vuelto abrumadoras.

"Echo de menos la parte de la interpretación, ya que es lo que he hecho durante casi 60 años, y me encantaba", reveló en 2008. "Pero el negocio me resulta muy estresante. Los compromisos que hay que asumir en el cine forman parte de la bestia, y había llegado a un punto en que ya no me apetecía seguir haciéndolo".

Su jubilación supuso un alejamiento total de la industria cinematográfica. Ya no concedía entrevistas ni asistía a actos públicos. Para Hackman, la vida después de la actuación consistía en la sencillez y la intimidad.

La vida de Hackman y Arakawa en Santa Fe

Durante más de tres décadas, Hackman y Arakawa vivieron recluidos en Santa Fe, Nuevo México. Ambos se conocieron a principios de los 80, cuando Arakawa trabajaba a tiempo parcial en un gimnasio de California. Por aquel entonces, Hackman seguía casado con su primera esposa, Faye Maltese, con la que tenía tres hijos.

Su matrimonio, que había durado casi 30 años, terminó en divorcio en 1986. Aunque el papel de Hackman en "Twice in a Lifetime" por aquella época parecía reflejar las circunstancias de su vida real -interpretaba a un hombre que dejaba a su esposa de toda la vida por otra mujer-, dejó claro que eso no era lo que había ocurrido en su vida personal.

"Por cierto, no dejé a mi esposa en la vida real por una mujer más joven. Simplemente nos distanciamos", dijo. Explicó que mantener un matrimonio en Hollywood requería un esfuerzo constante y, con el tiempo, él y Maltese simplemente se habían "perdido de vista".

Tras el divorcio, Hackman y Arakawa se hicieron inseparables. En 1989 ya se habían ido a vivir juntos, a una modesta casa de adobe de dos dormitorios en las afueras de Santa Fe. La pareja se casó oficialmente en 1991 y más tarde compró una casa más grande en una propiedad de doce acres.

Arakawa, pianista clásica, evitaba en gran medida el ojo público, al igual que Hackman. A pesar de su gran diferencia de edad -Hackman era 32 años mayor-, su relación se mantuvo sólida durante décadas. Mantenían un estrecho círculo y rara vez se les veía en público.

Para Hackman, Arakawa no era sólo su esposa, sino también su compañera más íntima, con la que compartía el tranquilo estilo de vida que llevaba en Santa Fe. En 1990 ya se habían instalado en su nuevo hogar. Hackman desempeñó un papel activo en el diseño de la casa, colaborando estrechamente con los arquitectos para conseguir el aspecto rústico y desgastado que había imaginado.

En una ocasión explicó que quería que las paredes mostraran manchas de agua y marcas de humo, creando la ilusión de una casa que había permanecido en pie durante más de un siglo. Santa Fe proporcionó a Hackman la paz y la intimidad que deseaba.

Aunque era uno de los actores más célebres de Hollywood, evitaba las apariciones públicas y rara vez hablaba de su carrera. Incluso cuando "The French Connection" cumplió 50 años en 2021, Hackman mostró poco interés en volver a ver la película.

"No he visto la película desde la primera proyección en una oscura y diminuta sala de visionado en las instalaciones de una empresa de postproducción hace 50 años", declaró. "Si la película tiene un legado, no estoy seguro de cuál sería". Aunque reconoció el impacto de la película en su carrera, prefirió dejarla en el pasado.

En lugar de echar la vista atrás a su época en Hollywood, Hackman se centró en sus intereses personales. Pasaba gran parte de su tiempo conduciendo por los paisajes abiertos que rodeaban su casa, pintando, una pasión de siempre, y disfrutaba pescando en los ríos cercanos.

También se dedicó a escribir, publicando varias novelas en los años siguientes a su jubilación. Aunque su nombre seguía siendo legendario en la industria cinematográfica, la vida de Hackman giraba en torno a actividades tranquilas y personales, que sólo compartía con Arakawa.

La rutina que Hackman y Arakawa compartían en casa

Lejos de la mirada pública, Hackman y Arakawa se establecieron en una vida sencilla y estructurada. Una de sus tradiciones más arraigadas era ver películas juntos en casa.

Hackman contó una vez que Arakawa solía alquilar DVDs para que los vieran, y que prefería las películas de pequeño presupuesto con una fuerte narrativa. Apreciaba este tipo de películas más que las grandes producciones de Hollywood, de las que se había distanciado durante mucho tiempo.

La comedia era otra parte de su rutina. Todos los viernes por la noche, la pareja reservaba tiempo para ver maratones del Canal de Comedia, y Hackman disfrutaba especialmente con las actuaciones de Eddie Izzard.

"Su velocidad de pensamiento es asombrosa", dijo una vez sobre el estilo cómico de Izzard. Durante más de tres décadas, la pareja vivió sin ser molestada en su apacible retiro.

El descubrimiento de sus cuerpos

El 26 de febrero de 2025, un empleado de mantenimiento llegó a la casa de Hackman y Arakawa en Santa Fe para realizar un trabajo rutinario. Al llegar, se dio cuenta de que la puerta principal estaba abierta, lo que inmediatamente le pareció inusual. Al mirar por una ventana, vio a Arakawa tendida en el suelo, inmóvil. Preocupado, se puso en contacto con los servicios de emergencia.

Cuando llegaron las autoridades, entraron en la casa y encontraron a Hackman cerca de la entrada. Arakawa estaba en el cuarto de baño, tumbada sobre el costado derecho y con un calefactor a su lado, como si se hubiera caído. Un ayudante del sheriff también descubrió a su pastor alemán muerto dentro de una perrera en un armario del cuarto de baño.

Sin embargo, encontraron vivos a otros dos perros, uno dentro de la casa y otro en el exterior de la propiedad. Los investigadores no vieron signos inmediatos de crimen, entrada forzada o lucha.

No parecía faltar nada, y ni Hackman ni Arakawa presentaban lesiones visibles. Aunque la causa de la muerte no estaba clara, las autoridades determinaron que las circunstancias justificaban una investigación completa. Una de las primeras preocupaciones fue la posibilidad de intoxicación por monóxido de carbono o una fuga de gas.

El personal de los bomberos y la Compañía de Gas de Nuevo México analizaron las tuberías de gas de la casa y la calidad del aire. Sin embargo, los resultados iniciales no encontraron signos de exposición al monóxido de carbono ni fugas peligrosas. Un detective señaló que, aunque no se detectaron inmediatamente problemas relacionados con el gas, la exposición a tales toxinas no siempre deja rastros visibles.

Las autoridades también tuvieron en cuenta la cronología de los acontecimientos que condujeron al hallazgo. El trabajador de mantenimiento que encontró los cadáveres declaró que no había visto a la pareja desde unas dos semanas antes del incidente. Otro trabajador de la comunidad residencial dijo que su último contacto con Hackman y Arakawa había sido más o menos en la misma época.

Esto sugería que la pareja podía llevar fallecida algún tiempo antes de ser encontrada. A pesar de una búsqueda minuciosa, los investigadores no determinaron inmediatamente qué provocó la muerte de Hackman, Arakawa y su perro.

Reacciones de la familia al fallecimiento de Hackman

Tras conocerse la muerte de Hackman y Arakawa, su familia emitió un comunicado lamentando su pérdida. Los hijos de Hackman, fruto de su matrimonio con Maltese, expresaron su desolación.

"Era querido y admirado por millones de personas de todo el mundo por su brillante carrera como actor, pero para nosotros siempre fue simplemente papá y abuelo", declararon. "Le echaremos mucho de menos y estamos desolados por la pérdida".

Las circunstancias que rodearon las muertes de Hackman y Arakawa siguen sin estar claras, y las investigaciones continúan. Lo que es seguro, sin embargo, es el impacto duradero que dejó Hackman. Su legado en el cine sigue perdurando.