El actor argentino Diego Mesaglio perdió la visión de un ojo tras un trágico accidente — Este es su aspecto actual

Un accidente cambió su vida para siempre: La historia no contada de Diego Mesaglio tras perder la visión de un ojo.

Lo que comenzó como una jornada cotidiana terminó por transformar profundamente el rumbo de una vida pública. Un gesto tan simple como alcanzar una botella en el baño desencadenó una cadena de eventos inesperados.

Cinco años después de su accidente, el actor Diego Mesaglio no solo compartió lo que vivió, sino que también enfrentó las secuelas visibles y emocionales de aquel incidente. Su recorrido deja una lección clara sobre fortaleza personal y adaptación.

En este artículo reconstruimos, paso a paso, lo que ocurrió desde ese día hasta el presente, incluyendo cómo es su vida hoy y las reacciones que ha generado su historia.

Un accidente doméstico que lo cambió todo

Diego Mesaglio sufrió un accidente en 2015 que marcó un antes y un después. Según contó en “PH, Podemos Hablar”, una botella de alcohol mal colocada en la repisa del baño cayó y le lanzó un chorro directo al ojo.

“Fue un accidente doméstico lo que desencadenó todo esto”, explicó en una entrevista.

Buscó atención médica de inmediato, pero el tratamiento inicial fue inadecuado. “Me hacen los supuestos primeros auxilios pero no me lavan bien, casi ni me lavan y me dan anestesia para tomar cuando me duela”, dijo.

Esa misma noche, vació el frasco completo en su ojo, sin saber que debía usar una gota cada doce horas. El exceso de anestesia, combinado con los restos de alcohol, dañó gravemente la córnea. A partir de ahí comenzó un largo proceso médico que se extendería por años.

Una lucha médica prolongada y dolorosa

Mesaglio enfrentó siete operaciones, incluyendo un trasplante de córnea urgente que, lamentablemente, se infectó. “Desde que me cayó el alcohol nunca tuve la visión clara”, explicó.

La infección que contrajo se encuentra entre las más agresivas para el ser humano, ya que puede llegar al cerebro en pocas horas. El tratamiento, por tanto, se enfocó en detener el avance de esta afección, sacrificando la posibilidad de recuperar la vista.

Durante meses, debió aplicarse gotas cada 15 minutos durante las 24 horas. “Una vez llegué a estar cinco días sin dormir por el dolor, creí que me moría”, confesó.

Consecuencias físicas y psicológicas

Aunque no perdió el globo ocular, sí perdió la visión. “Lo blanco que tengo es un parche de prevención porque está agujereada la córnea”, dijo. Además, desarrolló alergia a la anestesia y cada intervención posterior requería tratamiento con corticoides.

En diciembre de 2019, el actor confesó: “Me cuesta aceptarme cuando me miro al espejo”. Durante mucho tiempo utilizó gorras o lentes para ocultar su ojo. También sufrió bullying, como recordó: “Me han dicho cada cosa… ‘¿Y… sí, con el ojo así, quién te va a querer en la tele?’”.

Un paréntesis forzado en su carrera

Tras el accidente, tuvo que abandonar proyectos teatrales y audiovisuales. Vivía en Luján y viajaba diariamente al Hospital de Clínicas. Estuvo más de un año sin poder trabajar y dependía de su familia para movilizarse.

En sus palabras: “Pasé a ser dependiente de todo el mundo”. No buscó ayuda profesional, pero destacó la importancia del apoyo familiar: “Mi mamá, mi papá, mis dos hermanas y mi sobrina”.

Un regreso inesperado a la pantalla

En medio de la depresión, Mesaglio decidió buscar trabajo. Se comunicó con la productora Underground y, tras un casting, fue seleccionado para la primera temporada de “Un gallo para Esculapio”.

Sobre su participación, comentó: “Me vieron con el ojo y me dijeron: ‘¿Te jo*e que usemos esto?’. ‘No, ya está todo hecho, listo’. Me pasaron para el elenco protagónico”.

También volvió al teatro en 2018 con “Se Alquila”, junto a excompañeros de “Chiquititas”. Durante la pandemia, emprendió nuevos caminos vendiendo antigüedades por internet y fabricando parrillas con su padre.

Una espera prolongada por una segunda oportunidad

Mesaglio también señaló que lleva años en lista de espera para un trasplante de córnea. De concretarse, podría recuperar entre un 60 y 70 por ciento de la visión.

A pesar del tiempo transcurrido, continúa enfrentando secuelas físicas y emocionales. “Entré en un pozo depresivo gigante… Yo hice todo lo que tenía que hacer. Me pasó lo del ojo, fui a una clínica y tengo que bancarme todo esto”, dijo.

Reacciones de los usuarios

Las redes sociales han sido un espacio de apoyo. En YouTube, los mensajes reflejan emociones fuertes tras conocer su historia:

“Qué triste me puso verte así. Ojalá te recuperes pronto. Admiro tu humildad y buena persona que sos. Saludos desde Tierra del Fuego, Argentina”, comentó una usuaria. “¡Qué lástima! Tan joven. ¡Fuerza y que Dios te ayude!”, escribió otro usuario.

“¡Qué historia! Nos sirve para agradecer cada día que estamos vivos y bien. Qué Dios te bendiga y gracias por ser un ejemplo de lucha para gente como yo que en el trajín de la vida olvido que otros la están pasando mal. ¡Un abrazo!”, agregó alguien más.

“Ufff me hizo emocionar mal este chabón… Qué increíble cómo te puede cambiar la vida en un instante. Y qué nivel de resiliencia… ¡Te admiro loco! Ojalá te vaya muy bien en la vida”, comentó otra persona. “Diego, sos un amor, más dulce y simpático no podés ser, sos un luchador, me alegro la oportunidad que te da Ortega y que te vaya bien con la obra de teatro. Te mereces esto y más”, fue otro de los comentarios.

Un mensaje que inspira a seguir adelante

Mesaglio ha dejado claro que, pese a las dificultades, no se rinde. En una de sus frases más recordadas dijo: “El que abandona no tiene premio”. Esta visión lo ha acompañado en su recuperación y en su regreso al mundo artístico.

Hoy, su historia es un ejemplo de adaptación, perseverancia y honestidad frente a la adversidad. Su aspecto actual, al igual que su camino, refleja mucho más que una transformación física.

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