Imágenes poco vistas del hostal de médicos afectado por el choque del Boeing 787-8: estudiantes saltando desde los balcones, platos que quedaron servidos sobre las mesas y más

El avión de Air India que se estrelló días atrás poco después de despegar se cobró las vidas de casi todos sus pasajeros y tripulación. Pero también fue una catástrofe en tierra, para personas que lo último que sospechaban era que corrían riesgo de ser víctimas de un desastre aéreo. Aquí, sus historias y las imágenes de cómo su vida cambió para siempre.

El jueves 12 de junio, mientras médicos residentes y estudiantes almorzaban en el hostal del BJ Medical College, un avión de Air India se estrelló contra el edificio pocos segundos después de despegar. El impacto causó más de 270 muertes, incluyendo a personas en tierra y a casi todos los pasajeros del vuelo AI171 con destino a Londres.

La escena quedó congelada en medio de la destrucción. En las mesas del comedor, aún se podían ver platos servidos con comida cubiertos de ceniza, vasos de acero inoxidable y partes del fuselaje incrustadas en las paredes destrozadas del hostal.

Aquí echamos un vistazo a las historias que ocurrieron en tierra, a gente que no tenía nada que ver con el vuelo siniestrado y sin embargo se vio alcanzada de forma totalmente inesperada por este terrible desastre. Acompáñanos a conocer imágenes, testimonios, historias y también las especulaciones en redes sobre lo que ocurrió en tierra al momento del impacto y en los momentos inmediatamente posteriores.

Esto narraron dos estudiantes

Navin Chaudhary, uno de los estudiantes presentes, relató que apenas había comenzado a comer cuando escuchó una explosión. Al voltear, vio cómo el fuego avanzaba hacia el comedor. Saltó por una ventana y, al caer, vio la cola del avión colgando de lo alto del edificio.

“Había fuego y muchos estaban heridos”, explicó. “Sentí que como médico podía salvar la vida de alguien. Estaba a salvo, así que pensé: lo que pueda hacer, tengo que hacerlo”.

Tras escapar, corrió hacia la unidad de cuidados intensivos del hospital, donde comenzaron a llegar estudiantes con quemaduras y otras heridas. Varios compañeros suyos también se dirigieron a la zona de emergencia para brindar atención médica inmediata.

Akshay Zala, estudiante avanzado de medicina, describió que el choque “se sintió como un terremoto”. Logró escapar a través del humo denso y, tras vendar una herida en su propia pierna, se unió al equipo de trauma para atender a los heridos.

La decana del colegio, Minakshi Parikh, confirmó que varios de los jóvenes que salieron por sus medios del comedor volvieron al lugar del desastre para colaborar en las tareas de rescate: “Hicieron eso y ese espíritu se ha mantenido hasta ahora”.

Las trabajadoras en las cocinas y en la calle

Entre las personas que no sobrevivieron al impacto se encontraba la madre de Thakur Ravi, cocinera del comedor, y su hija de dos años. Ravi había salido a entregar cajas de comida a médicos en otros sectores del hospital cuando ocurrió la tragedia. Al regresar, no pudo encontrar a su familia.

“Las demás mujeres que cocinaban lograron escapar, pero mi madre y mi hija quedaron atrapadas adentro... Busqué por todas partes y no las he hallado”, contó entre lágrimas.

Otra víctima fue Akash, un joven que vivía cerca del hostal. Su madre, quien tenía un puesto de té en la calle, logró salir con quemaduras, pero él murió intentando rescatarla. “Su hijo corrió a salvarla, pero quedó cegado por el humo y se quemó por completo. Murió frente a nuestros ojos”, relató su tía Jasi.

Además de los pasajeros fallecidos, las autoridades confirmaron la muerte de al menos cinco estudiantes de medicina y cuatro familiares, todos ellos dentro del edificio al momento del choque.

El impacto según los testigos: caos, humo y saltos desde lo alto

De acuerdo con testimonios recabados por BBC, unas 35 personas se encontraban en el comedor al momento del accidente. La mayoría eran estudiantes, pero también había familiares, trabajadores y doctores. El ambiente era tranquilo, con conversaciones y bromas, hasta que un ruido ensordecedor interrumpió todo.

El sonido de los motores del avión se convirtió en una explosión que desató llamas en segundos. Algunos sobrevivientes lograron saltar desde los pisos superiores por balcones y ventanas, ya que las escaleras habían quedado bloqueadas por los escombros.

Un estudiante de segundo año, que estaba en una mesa cercana a la pared del comedor, describió: “Hubo un gran estruendo y un chirrido espantoso. De repente, quedamos atrapados bajo piedras enormes, sin salida. El fuego y el humo estaban cerca de nuestras caras, era difícil respirar”.

Una grabación difundida en redes sociales mostró a un grupo de estudiantes descolgándose por balcones y saltando desde pisos altos para ponerse a salvo, poco después del impacto. La arriesgada maniobra consigue alejarlos del lugar del impacto.

Un comedor congelado en el tiempo

El comedor estudiantil, ahora cubierto de escombros, conserva rastros del momento exacto en que la tragedia interrumpió la rutina. En las mesas quedaron servidos varios platos, vasos de metal, libros abiertos y prendas entre los restos de paredes derrumbadas. Una sección del fuselaje seguía incrustada en la estructura del edificio después del accidente.

Mientras las autoridades intentan identificar a las víctimas a través de pruebas de ADN, los sobrevivientes continúan atendiendo a los heridos y ayudando en las labores forenses. Algunos, como Ravi Thakur, aún no han logrado encontrar a sus seres queridos y siguen buscando entre los restos del hostal con la esperanza de obtener respuestas.

Esto dicen las redes

Frente a las imágenes, no faltaron escépticos. Dos usuarias de Facebook, por ejemplo, observaron que las imágenes no se condicen con lo que ellas esperaban que debía ser el lugar del impacto del avión tras ver, días atrás, la gran explosión que ocasionó el impacto: "¿Cómo puede ser? Todo el avión estaba en llamas", dijo una. "¿Nada de esto luce como si se hubiera quemado en una bola de fuego?", se extrañó la otra.

Sin embargo, muchos simplemente lamentaron el terrible escenario de la tragedia. Una persona comentó en Facebook: "Impactante y triste, subraya la fragilidad de la vida". Añadió que le entristece especialmente "la pérdida de vidas inocentes de doctores que estaban comiendo en su hostal. Lo que parecía ser seguro y rutinario estalló en segundos".

En la misma vena, otras usuarias calificaron lo que ocurrió como "muy desafortunado". Una dijo sentirse "muy, muy apenada de escuchar estas noticias desgarradoras" y expresó: "Mis más sinceras condolencias a los familiares de las víctimas".

"Qué pena por los residentes que estaban almorzando bajo techo en el comedor de su hostal", lamentó una persona. Otra se compadeció: "Imagina que mientras comías tu comida viste el frente de un Boeing entrar por la pared, es aterrador".

Estas imágenes recientes del comedor y de los estudiantes que arriesgaron su seguridad para ayudar a otros se han convertido en el testimonio más claro de la magnitud del desastre y del esfuerzo de quienes sobrevivieron. Sin motivos para ver venir la tragedia, sus historias han quedado ligadas a esta catástrofe que truncó vidas de personas de todas las edades, incluyendo una familia entera con niños.

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