Escuela supo que conserje de 77 años jamás había tenido fiesta de cumpleaños y entran en acción

Una conserje de escuela fue sorprendida con una fiesta de cumpleaños a los 77 años, después de que el personal descubrió que a ella nunca le celebraron uno en su vida.

Doscientos estudiantes de entre 6 y 13 años celebraron el cumpleaños de la conserje de la escuela y su dulce sorpresa hizo llorar a la mujer, la cual no podía creer que organizaran una gran fiesta en su honor, según informa Shared.

La conserje de la escuela secundaria ‘Belle Elementary School’ creció en una familia que no podía permitirse muchos privilegios que otros daban por sentado. Es por eso que nunca antes había tenido una fiesta de cumpleaños adecuada.

Su padre había estado en el ejército, pero los tiempos eran difíciles. Más tarde, su padre desarrolló problemas de salud que lo dejaron sin poder trabajar, lo que puso a la familia en una situación más desesperada.

La señorita Frances, bien conocida por el personal y los estudiantes, ha impresionado en la escuela con su ética de trabajo incansable. Ella siempre estaba ocupada e incluso pidió pulir cosas cuando nadie más lo había hecho antes.

Después que se enteraron de su secreto acerca de no haber tenido una fiesta de cumpleaños, el personal sabía que tenía que hacer algo especial para su amada señorita Frances cuando llegara su aniversario de vida.

Entonces, el 19 de enero de 2018, la Srta. Frances asumió que había algo que necesitara limpiar cuando la llamaron a la cafetería.

Imaginen su sorpresa al ver, en lugar de un desastre, una sala llena de 200 estudiantes que de repente gritaron: "¡Sorpresa!".

El director rápidamente explicó que, aunque el cumpleaños real era el martes, la señorita Frances no estaría en la escuela el día que cumpliera 77 años y por eso organizaron esa gran fiesta para ella.

La conserje fue llevada al centro de la habitación y la sentaron mientras le colocaban una banda de cumpleaños y una tiara.

Mira el emotivo video.

Se mostró un video divertido con fotos históricas y se repartieron los regalos. La mujer trabajadora quedó impresionada con incredulidad y gratitud.

Ella le dijo al director, y a todos los demás en la sala, que era una gran fiesta, la más grande que jamás haya conocido. No hay duda de que ella fue la reina de la escuela por un día.