Mujer devastada tras perder a 36 parientes por el volcán en Guatemala
Ella no puede detener sus lágrimas al hablar sobre cada uno de los familiares que perdió recientemente.
Lilian Hernández sufrió una de las pérdidas más grandes hace unos días, 36 de sus familiares desaparecieron luego de la erupción del Volcán de Fuego en Guatemala.
De acuerdo a reportes de Debate, la mujer temía que sus tíos, tías, primos y demás familiares estuvieran sepultados por la erupción.
La tragedia alcanzó a miles de familias como la de Hernández, que vivían en pequeñas comunidades alrededor del Volcán de Fuego.
Luego de la violenta erupción del pasado domingo, dichas comunidades desaparecieron y muchos anticipan que el saldo final de muertos será increíblemente alto.
Como lo reportó AP, lo que una vez fueron laderas verdes y granjas, ahora se asemejaba a un paisaje lunar de ceniza, roca y escombros.
Esto se pudo notar el martes tras la avalancha de lava caliente que se precipitaba en los pueblos estrechamente unidos en los flancos de la montaña, devastando a familias enteras.
Dos días después de la erupción, el terreno todavía estaba demasiado caliente en muchos lugares para que los equipos de rescate pudieran buscar cadáveres o sobrevivientes.
Una de las familias afectadas por la erupción fue la de Lilian Hernández. El domingo cuando el volcán explotó, Hernández dijo que sus hermanos corrieron a ver a su abuela de 70 años.
Ella dijo que era la voluntad de Dios, que no iba a huir. No pudo caminar. Fue difícil para ella moverse, explicó Hernández.
Su hermano y hermana llegaron a un lugar seguro, pero su abuela no fue vista nuevamente. Hernández y su esposo, Francisco Ortiz, sobrevivieron porque se mudaron de allí hace dos meses.
Según The Washington Post, la pareja se ha estado quedando en una iglesia mormona y acuden continuamente a una morgue en busca de noticias.
Hasta ahora, solo el cuerpo de un pariente, su primo de 28 años, César Gudiel Escalante, ha sido recuperado e identificado.
"La gente terminó enterrada en casi 3 metros de lava", dijo Ortiz. "Nadie queda allí".
Para Lilian Hernández la pesadilla no terminará hasta que sepa qué ocurrió con sus 36 familiares desaparecidos.
Todos ellos vivían en San Miguel Los Lotes, Guatemala, la aldea que quedó sepultada bajo lava luego de la erupción.
La familia de Hernández vivía en un terreno que contenía 8 casas en las que habitaban conjuntamente.
Los rescatistas continúan en la búsqueda de personas entre las cenizas, aunque luego de 72 horas de la erupción, disminuyen las probabilidades de encontrar sobrevivientes.
Muchos habitantes de Los Lotes y El Rodeo, otra de las comunidades cercanas, buscan a sus familiares para empezar a enterrarlos.
En medio de la tragedia, hubo un rayo de luz: un perro fue rescatado en un hogar donde se encontraba con cuatro personas fallecidas.
Los bomberos le dieron el nombre de Rambo y no podían explicar cómo había sobrevivido mientras la gente a su alrededor murió.
Solo 17 de los cuerpos recuperados hasta ahora han sido identificados debido al calor extremo que calcinó sus características y quemó las huellas dactilares.