Sobrina de Diana era una niña cuando murió la Princesa y ya es toda una mujer e idéntica a ella
Lady Kitty Spencer comparte muchas similitudes con su famosa tía, pero a diferencia de ella, no es tímida cuando se trata de revelar su vida al ojo público.
Lady Kitty Spencer tenía apenas seis años de edad cuando su tía, la difunta Princesa Diana, falleció en un terrible accidente de tránsito, en 1997. Hoy en día, la hija mayor del hermano de Diana, el noveno Conde Spencer, es una bellísima joven de 27 años, que ha desarrollado un impactante parecido con su tía real.
La forma del rostro de Spencer recuerda mucho a la del rostro de la Princesa Diana. También comparten una quijada casi idéntica. Y, por si fuera poco, tiene el mismo icónico cabello rubio que lucía la fallecida Princesa de Gales.
Spencer llamó la atención de los medios y el público en general por primera vez cuando hizo su primera aparición pública junto a sus primos, los príncipes William y Harry, en el homenaje fúnebre en honor a Diana, en 2007.
A diferencia de sus más reservados primos, Spencer disfruta compartir recuerdos de momentos especiales de su vida a través de su cuenta de Instagram, donde sus casi 1.600 publicaciones han alcanzado a más de 463.000 seguidores.
Sus fotos de Instagram revelan que Spencer se mantiene ocupada hoy en día viajando, así como equilibrando sus citas sociales con trabajo caritativo. Su cuenta en las redes también documenta sus salidas con celebridades, viviendo una vida llena de glamour.
Varias fotos muestran a Kitty en lujosos viajes a través de destinos como Italia, Francia o Grecia.
También publica fotos disfrutando actividades como un exótico safari en Sudáfrica, nación donde pasó mucho tiempo durante su infancia.
Otras fotos muestran su amor por los animales. Suele tomarle fotos a sus mascotas, un perrito y un gatito, y siempre los consiente y llena de amor y cariño.
Entretanto, algunas de sus fotos muestran su faceta más gastronómica, disfrutando la buena comida. Una buena señal, tomando en cuenta los problemas de anorexia y uso de drogas de su madre, Victoria Aitken.
KITTY LLEVA UNA VIDA MÁS RELAJADA QUE DIANA
Spencer previamente alegó que su madre jamás le puso énfasis al peso en el hogar, y le enseñó a no obsesionarse con problemas relacionados con el peso. Al no ser parte de la familia real, Spencer tiene una vida mucho más libre, lo que le permite tomar riesgos y actitudes que su tía jamás habría podido.
Quizás algún día el sueño de Diana de tener su propia línea de fragancias pueda cumplirse, en manos de esta digna heredera de su legado, ¡y apariencia!