Niñas traviesas causan un caos absoluto cuando mamá las deja solas por 10 minutos
No hay nada tan cierto como el peligro que implica dejar a los niños solos, ¡aunque sea por unos minutos! En cuestión de segundos, pueden llevar a cabo cualquier tipo de travesura que se les pueda ocurrir.
Así quedó demostrado con esta historia protagonizada por dos niñas traviesas, quienes en apenas 10 minutos cubrieron de pintura el baño, un dormitorio, la sala de estar y ellas mismas.
La madre de 24 años estaba lavando una ropa, mientras todo eso sucedía. Emma Howes, de Witney, Oxfordshire, contó cómo Hollie, de cuatro años, y Evie, de dos hicieron todo ese desastre.
Cuando Howes subió las escaleras se encontró con manchas moradas en las paredes y alfombras.
Al entrar al baño, Hollie y Evie estaban bailando en la bañera y el color púrpura salpicado por todo el piso y en el lavamanos.
Las niñas sacaron el estuche de pinturas debajo de la cama, todo el líquido se derramó y ellos aprovecharon para divertirse en un rato lleno de mucho color.
La habitación de Connie, la niña más pequeña, también estaba cubierta de pintura, y que sus dos niños tuvieron una dosis de Picasso e incluso pintaron el rostro de su hermanita de 11 meses.
"Literalmente no tenía palabras, estaba totalmente sorprendida”, dijo Howes, incluso pudo haber sentido ganas de llorar.
El padre de los niños estaba lejos del desastre y por eso decidió hacer un video. Ahora solo le quedan risas y carcajadas cada vez que ven el clip.
Emma tardó horas intentando limpiar el desastre, pero luego decidió llamar a un limpiador especialista, lo que le costó $130.
La madre le preguntó a su hija mayor Hollie qué habían estado haciendo, la niña de cuatro años simplemente respondió: "Soy una estrella de rock".
Emma explicó cómo sus hijas también han estado haciendo pasteles de barro, así que queda demostrado que les gusta disfrutar de las texturas y aventuras mientras están en su tiempo libre.
Algo muy similar ocurrió en San Diego California, donde los hermanos Ryder y Sawyer DiMario hicieron una obra de arte y el lienzo fueron sus cuerpos.
Los pequeños decidieron pintarse de pies a cabeza de verde y púrpura. ¿Lo más divertido? cuando sus padres intentan averiguar qué pasó, ellos -como buenos hermanos que son- comenzaron a culparse el uno al otro.
Luego Ryder, de tres años, señala a Sawyer, de dos, dijo que su hermano menor se hizo cargo de las pinturas construyendo escaleras con bloques de madera. Luego admite que debió detener esa colorida idea.