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El gesto de un anciano con un sediento perrito callejero tiene enamorada a la Internet

Este acto de amor ha llenado el corazón de muchas personas en las redes y no es para menos. Quizá un solo acto de amor no pueda devolver la paz al mundo, pero cada uno suma un granito de arena para que así sea.

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Este hombre en la calle hizo su parte, y lo mejor es que no distingue entre razas o especies. Simplemente brinda todos su amor sin condiciones.

En un video que fue subido a Facebook por Pamela Altamirano Sánchez, se puede observar a un anciano brindándole agua a un perrito sediento.

El hombre, que lucía feliz, toma el agua en sus manos ahuecadas de un tanque inalcanzable para el perro, y se la pone a su total disposición para que calme su sed.

Fuente: Facebook/ Pamela Altamirano Sánchez

Fuente: Facebook/ Pamela Altamirano Sánchez

Evidentemente tal gesto de ternura hizo que el video, presuntamente grabado en Ecuador, se viralizara alcanzando hasta ahora más de 17 mil reproducciones en solo una semana. Asimismo, se llenó de comentarios cargados de emoción.

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“Se me hizo choro el corazón de tanto amor”, comentó Sara O Guzmán.

“Que buen gesto de solidaridad demuestra ser este humilde anciano, que gran ejemplo nos da”, afirmó Carlos Castañeda.

Fuente: Facebook/ Pamela Altamirano Sánchez

Fuente: Facebook/ Pamela Altamirano Sánchez

Los seres humanos y las personas pueden tejer amistades verdaderamente adorables y recíprocas. Por eso la anterior historia como la de este gran Danes condenado a la eutanasia nos robaron el corazón.

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Echo, una gran danés que debía ser sometida a eutanasia cuando era apenas una tierna cachorrita, por haber nacido sorda y ciega, fue prácticamente abandonada a las 12 semanas. Afortunadamente, una amorosa señorita llamada Marion Dwyer decidió rescatar a Echo y llevársela a casa.

Dwyer se enteró de que estaba embarazada de una bebita. Echo debe haber sentido una conexión especial entre ella y la bebé, puesto que sorprendentemente, comenzó a prestarle mucha atención a Dwyer.

Incluso antes de que el bebé naciera, la gran danés sabía que estaba destinada a ser la mejor amiga de la criatura. Y poco tiempo después, la pequeña Jennie nació. Echo se quedó "pegada" a ella desde el primer momento en que se vieron.

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