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Brad Pitt y Jennifer Aniston | Fuente: Getty Images
Brad Pitt y Jennifer Aniston | Fuente: Getty Images

Jennifer Aniston compartió detalles poco comunes sobre su período "vulnerable" tras su divorcio de Brad Pitt

La actriz de "The Morning Show" habló de la tormenta mediática que siguió a la separación y del impacto duradero que tuvo en su relación con la fama y la privacidad.

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Jennifer Aniston está revisando el periodo que siguió a su divorcio de Brad Pitt en 2005, un capítulo de su vida que se desarrolló bajo una intensa mirada pública. En una nueva entrevista, reflexiona sobre la vulnerabilidad que sintió entonces.

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Hace casi dos décadas, antes del estreno de su película "Derailed", Aniston recibió a la escritora de Vanity Fair Leslie Bennetts en su casa de la playa de Malibú. Fue su primera entrevista importante tras su separación de Pitt.

"Hace siglos que no miro ese artículo. Sólo recuerdo la experiencia de hacerlo, que fue un poco chocante. También era un momento muy vulnerable. Pero sí, fue un artículo para las memorias", señaló.

Brad Pitt y Jennifer Aniston asisten al estreno mundial de la película épica "Troya" en el Palacio de Festivales el 13 de mayo de 2004 en Cannes, Francia | Fuente: Getty Images

Brad Pitt y Jennifer Aniston asisten al estreno mundial de la película épica "Troya" en el Palacio de Festivales el 13 de mayo de 2004 en Cannes, Francia | Fuente: Getty Images

El artículo ofrecía una instantánea de la vida de la actriz mientras atravesaba una crisis sentimental bajo los focos. Recordó: "El periodismo de entonces se parecía más a una forma de deporte. Obviamente, todos tenemos algo de trastorno por estrés postraumático".

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El perfil de 2005, titulado "The Unsinkable Jennifer Aniston", captaba su optimismo y resistencia, pero también contenía reflexiones personales sobre su ruptura y la relación de Pitt con Angelina Jolie.

Jennifer Aniston y Brad Pitt durante los IFP Independent Spirit Awards en la playa de Santa Mónica, el 22 de marzo de 2003 | Fuente: Getty Images

Jennifer Aniston y Brad Pitt durante los IFP Independent Spirit Awards en la playa de Santa Mónica, el 22 de marzo de 2003 | Fuente: Getty Images

Estos detalles desencadenaron un frenesí sensacionalista, alimentando el auge de los cotilleos sobre famosos de mediados de la década de 2000, que desde entonces ha hecho que Aniston sea más cauta a la hora de conceder entrevistas. Le preocupa que sus palabras puedan malinterpretarse o sacarse de contexto, ya que incluso una sola frase puede dar lugar a titulares no deseados.

El periodo de 2005 se definió por lo que Aniston llama "el triángulo amoroso", un argumento devorado por blogs de cotilleos y revistas como Dlisted y Perez Hilton, a falta de telenovelas diurnas.

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Para Aniston, la experiencia fue profundamente personal. Comparó el tratamiento con el hecho de que la construyeran para luego derribarla, sintiéndose a veces como una piñata para el entretenimiento público. Cuando le preguntaron cómo lo había superado, respondió: "Levántate por los pies y sigue caminando, chica".

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Aun así, Aniston admitió que entonces no tenía la armadura emocional necesaria para no verse afectada, y señaló que a los famosos a menudo se les niega la gracia de ser vistos como humanos. En su opinión, nadie se apunta de verdad al nivel de intrusión que supuso aquel periodo. Por ello, aunque ha seguido adelante, los recuerdos permanecen grabados en su historia personal y profesional.

Portada del Daily News del 8 de enero de 2005 | Fuente: Getty Images

Portada del Daily News del 8 de enero de 2005 | Fuente: Getty Images

Por aquel entonces, en los meses que siguieron a su separación de Brad Pitt, Aniston vivió bajo un intenso escrutinio, retirándose a un modesto alquiler donde trató de navegar por el desgaste emocional de la ruptura. Aunque la separación en sí fue difícil, el implacable circo mediático que la siguió resultó aún más abrumador.

Se enfrentó a un aluvión de titulares sobre Pitt y rumores infundados sobre su propia vida, mientras la perseguían unos paparazzi decididos a captar cada momento. Los fotógrafos se apostaron en la playa frente a su casa, invadiendo su intimidad y haciendo casi imposible que encontrara paz en su propio espacio.

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En aquel momento, reveló: "Últimamente no me he sentido emotiva, de verdad que no". Sin embargo, bajo la superficie, estaba luchando. A la angustia por el fin de su matrimonio se sumaron las afirmaciones sensacionalistas de los tabloides de que la ruptura se debía a su negativa a tener hijos. Se presentaba a la actriz como excesivamente ambiciosa y consumida por su carrera.

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El relato fue especialmente angustioso para ella, ya que había imaginado pasar ese año formando una familia, sin soportar semejante escrutinio público. En lugar de ello, se vio enfrentada a rumores falsos y profundamente misóginos que reducían su valía a estereotipos anticuados, intensificando el dolor.

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"Nunca se acusaría a un hombre que se divorciara de elegir su carrera antes que a sus hijos. Eso me molestó mucho. Nunca en mi vida he dicho que no quisiera tener hijos. Los tuve, los tengo y los tendré", declaró.

Aniston añadió que las mujeres a las que admira son las que consiguen equilibrar una carrera profesional de éxito y la maternidad, una combinación que siempre ha admirado.

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La actriz se preguntó por qué querría limitarse a sí misma. Explicó que siempre había soñado con tener hijos y que nunca sacrificaría esa experiencia en aras de su carrera. "Lo quiero todo", proclamó.

Además, las personas cercanas a Aniston la defendieron, señalando que Pitt podría haberse esforzado más por acallar el cruel rumor de que ella se negaba a tener hijos suyos.

Jennifer Aniston y Brad Pitt en los Premios Globo de Oro en el Beverly Hilton el 20 de enero de 2002 en Beverly Hills, California | Fuente: Getty Images

Jennifer Aniston y Brad Pitt en los Premios Globo de Oro en el Beverly Hilton el 20 de enero de 2002 en Beverly Hills, California | Fuente: Getty Images

En su opinión, su silencio permitió que la historia echara raíces, alimentando la especulación de que la había dejado por Jolie, cuya imagen pública se apoyaba entonces en gran medida en su papel de madre. Para algunos, se trataba de una hipocresía flagrante.

Ante la avalancha de titulares escandalosos que siguieron a su separación, Aniston admitió en 2008 que el final de su matrimonio no fue tan catastrófico como lo pintaron.

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Jennifer Aniston y Brad Pitt durante el estreno de

Jennifer Aniston y Brad Pitt durante el estreno de

"Quiero decir, mira, no es que el divorcio sea algo que te haga decir: '¡Oooh, estoy deseando divorciarme! No es algo que te haga cosquillas. Pero tengo que decirte que en este momento es tan vago, está tan lejano en mi mente, que ni siquiera recuerdo la oscuridad", dijo.

Añadió que, a pesar de la imagen de hostilidad que daban los medios de comunicación, la separación había sido amistosa. No hubo animadversión ni drama, y los relatos que sugerían que tenían prohibido hablarse eran totalmente falsos.

Jennifer Aniston y Brad Pitt durante la 56ª edición de los premios Primetime Emmy en el Shrine Auditorium de Los Ángeles, California, el 19 de septiembre de 2004 | Fuente: Getty Images

Jennifer Aniston y Brad Pitt durante la 56ª edición de los premios Primetime Emmy en el Shrine Auditorium de Los Ángeles, California, el 19 de septiembre de 2004 | Fuente: Getty Images

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Poco después de su separación, ella y Pitt mantuvieron una larga conversación, en la que abordaron lo que era necesario decirse, y desde entonces han mantenido una relación cordial y respetuosa.

Aniston también reconoció: "Quien diga que todo tiene que ser para siempre, eso es poner las esperanzas demasiado altas. Es demasiada presión. Y creo que si te pones esa presión -¡porque yo lo hice! ¡Un cuento de hadas! Tiene que ser la correcta! Eso es inalcanzable".

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Pitt también abordó en su momento su matrimonio con Jennifer Aniston, admitiendo que parte de la razón por la que terminó fue su sensación de que no llevaba una vida interesante. Reconoció que había intentado convencerse a sí mismo de que la relación era algo que no era.

Sin embargo, cuando sus comentarios llamaron la atención de todo el mundo, el representante de Pitt, Justin Theroux, publicó una declaración del actor en la que decía: "Me apena que esto se haya interpretado así. Jen es una mujer increíblemente generosa, cariñosa e hilarante que sigue siendo mi amiga. Es una relación importante que valoro mucho".

Brad Pitt y Jennifer Aniston asisten al estreno mundial de la película épica "Troya" en el Palacio de Festivales el 13 de mayo de 2004 en Cannes, Francia | Fuente: Getty Images

Brad Pitt y Jennifer Aniston asisten al estreno mundial de la película épica "Troya" en el Palacio de Festivales el 13 de mayo de 2004 en Cannes, Francia | Fuente: Getty Images

Y continuó: "Lo que intentaba decir no es que Jen fuera aburrida, sino que yo me estaba volviendo aburrido conmigo mismo, y de eso soy responsable".

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Mientras tanto, en 2018, tras divorciarse de su segundo marido, Justin Theroux, Aniston reflexionó sobre sus matrimonios, describiéndolos como exitosos en su opinión. "Cuando llegaron a su fin, fue una elección que se hizo porque elegimos ser felices, y a veces la felicidad ya no existía dentro de ese acuerdo", señaló.

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Aunque había habido retos y momentos menos que perfectos, la actriz creía que la vida era demasiado corta para permanecer en un matrimonio por miedo, ya fuera a estar sola o a no ser capaz de sobrellevarlo. Para ella, permanecer en una unión por tales motivos sería hacerse un flaco favor a uno mismo.

La mujer de 56 años subrayó que cuando ambos miembros de la pareja han invertido en la relación y ésta sigue sin dar señales de funcionar, alejarse no es un fracaso. Por el contrario, cree que hay que replantearse y ampliar las opiniones tópicas de la sociedad sobre el matrimonio y el divorcio.

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