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"Mi hijo está enterrado vivo": Madre desesperada dice que mineros le robaron a su hijo para ritual

Bettina Dizon
16 nov 2018
02:04

Un pequeño de 8 años fue sacrificado y, según sus familiares, fue ofrecido al Tío, un Dios que veneran los trabajadores de una mina.

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Desde inicios de esta semana, un grupo de aproximadamente 40 policías monitorean una zona aurífera del oeste de Bolivia en busca de un niño de 8 años que, según sus padres, fue raptado y sepultado vivo como tributo al Tío, deidad de los socavones mineros.

"Mi hijo está enterrado vivo (..) como wuajt'acha (ofrenda). Le han enterrado en un socavón, adentro de la mina, está bajo tierra", denunció Sonia Aliaga, madre del menor.

Según reseñó Noticias Caracol, el niño, llamado Jhoel, estaba desaparecido desde el pasado 14 de septiembre.

La última vez fue visto en el poblado quechua de Aucapata, en medio de una fiesta patronal. Desde entonces sus padres lo buscan frenéticamente.

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Sin embargo, el caso fue denunciado recién el fin de semana en La Paz, a 200 km del lugar de los hechos.

Ante este hecho, el coronel John Aguilera, director de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC), dijo que la misión policial, apoyada por fiscales y funcionarios de gobierno, intentará "establecer si efectivamente hay un cuerpo sacrificado en ritos o, de lo contrario, proceder al rescate del menor vivo o muerto”.

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Según la madre de la víctima, no es la primera vez que desaparecen niños en esa región donde funciona la mina de oro Cosmipata. Trascendió que ya han encontrado tres cadáveres en la mina.

Este ídolo de metal instalado en lo profundo de la mina recibe ofrendas en coca, tabaco, licor y serpentinas multicolores, además de sangre de animales, en una práctica extendida en el laboreo minero.

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En otra historia, un grupo de mujeres se unió de manera voluntaria para deshacerse de espíritus malignos, con un ritual realizado durante el festival de Vijayadashami.

Fuente: Wikimedia

Fuente: Wikimedia

En el sur de la India, se lleva a cabo una ceremonia anual de flagelación en Tamil Nadu, donde las mujeres se presentan para literalmente expulsar a sus espíritus malignos.

La policía observa mientras los sacerdotes pasan de mujer a mujer, azotando sus manos levantadas hasta que ya no pueden soportar más el dolor.

India es un país muy diverso en términos de cultura y religión. En aldeas más pequeñas y remotas, los rituales religiosos a menudo se convierten en la medicina moderna en busca de curas para una variedad de problemas.

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