Mariska Hargitay es la orgullosa madre de 3 hermosos niños, dos de ellos adoptados
Mariska Hargitay es una actriz de 54 años, mejor conocida por su papel de teniente Olivia Benson en la popular serie "La Ley y El Orden: Unidad de víctimas especiales". Además de su carrera, su vida familiar también es importante para ella.
La actriz está casada desde 2004 con Peter Hermann, un actor conocido por su papel en la serie de drama criminal "Blue Bloods". Ambos se conocieron en en el set de Law & Order: SVU, en la que Hermann interpreta el papel recurrente del fiscal de la defensa llamado Trevor Langan.
La pareja tiene tres hijos juntos, dos de los cuales son adoptados.
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LOS LAZOS FAMILIARES
El hijo biológico de la pareja, August Miklos Friedrich Hermann, nació en 2007. El parto fue traumático para Mariska, ya que tuvo que recibir una cesárea de emergencia para dar a luz a su hijo.
Mariska y Peter querían tener más hijos, pero las complicaciones con su salud hacían esto imposible. Entonces decidieron perseguir la adopción.
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En 2011, recibieron a su familia a una hija, Amaya, y un hijo, Andrew. Mirando hacia atrás en el proceso de adopción, Mariska dijo:
“Me sentí honrado de ser parte del proceso. Fue una profunda bendición haber sido parte de la creación de una unión; que Dios me había elegido. Ni siquiera quiero decir que ayudé, pero por alguna razón, estuve allí y formé parte de una decisión que fue tan hermosa y sagrada".
LA FAMILIA DE MARISKA
Mariska misma viene de una gran familia. Ella es una de los cinco hijos que su madre, Jayne Mansfield tuvo antes de su trágica muerte.
Jayne Mansfield, la chica informática de los años 50, tuvo tres hijos y dos hijas, una de las cuales es Mariska.
Desafortunadamente, la madre de Mariska murió en un accidente automovilístico mientras tres de sus hijos, incluida Mariska, viajaban en el vehículo.
LA TRAGEDIA DE MARISKA
La madre de Mariska, Jayne Mansfield, falleció cuando ella tenía apenas tres años. Esto ha sido una fuente de depresión para la actriz, pero afortunadamente sus hermanos la han ayudado a superarla.
No fue un camino fácil para encontrar el cierre. La casa de Jayne Mansfield fue robada después de su muerte, por lo que Mariska tuvo que recomprar todas las reliquias familiares cuando era adulta.
La madrastra de Mariska, Ellen Siano, tuvo una experiencia cercana a la muerte en un avión una vez, lo que también afectó a Mariska psicológicamente.