"Lo que desearía que supieras": desgarradora carta de una mamá a un hijo que se suicidó
El joven estudiante de la universidad de Sheffield y de UWE Bristol era profundamente apreciado por todos los que lo conocían.
Alex Hocken era un estudiante de la UWE Bristol, así como de Sheffield University. Era un miembro estimado y apreciado en la comunidad.
"Yo nunca pensé que volvería a verlo de nuevo"
Para la familia de Alex Hocken, el dolor de perderlo jamás se disipará. Catorce estudiantes de la Universidad del Oeste de Inglaterra (UWE Bristol) han tomado sus propias vidas en los últimos ocho años. Alex fue uno de ellos.
Ahora, su madre ha escrito una poderosa carta a su difunto hijo.
A mi dulce niño,
Alex, fuiste mi primogénito, mi pequeño milagro, perfecto, e imaginé una gran vida para tí, libre de todo daño.
Mi instinto como mamá fue proteger a mis cachorros, pero esa noche fatal, sentí que fallé en protegerte. Mi corazón quedó en pedazos e intento volver a armarlo.
Nosotros, tu familia, luchamos para comprender que te has marchado. Ahora estás en paz, y libre de todos tus problemas, pero nosotros no.
Quedamos devastados, adoloridos, destruidos y confundidos.
Sé que te dolería profundamente saber esto. Nunca quisiste hacerle daño a nadie y sé que pensaste que estaríamos mejor sin tí, pero estabas muy equivocado.
Preferiríamos tenerte aquí con nosotros ahora, sin importar nada, ya que no hay ningún problema por el que valga la pena quitarte la vida.
Esa noche tomaste una decisión, una mala decisión. Mi mundo se ha volcado de cabeza desde esas tempranas horas del 14 de noviembre de 2016, cuando recibí la llamada.
El shock, el trauma, la incredulidad y la angustia de esa mañana pasan por mi mente cuando menos lo espero.
La tristeza que siento me llena tan completamente que a veces las lágrimas caen de mis ojos sin advertencia, y pueden abrumarme.
El llanto me deja exhausto. Te amamos tanto, fuiste tan gran parte de nuestra pequeña familia, a pesar de todos sus altibajos, éramos un equipo.
Hemos recibido una cadena perpetua de luto, jamás nos recuperaremos de haberte perdido.
Mi culpa se repite, preguntándome si pude haber hecho más para ayudarte. Eras tan un hombre joven tan capaz, académico y único.
Un título de ingeniería y luego decidir entrenarte como enfermero, eras tan respetado por tus colegas estudiantes y tutores. Uno de los mejores, decían.
Como el mayor, tomaste mucho peso sobre tus hombros. ¿Fue demasiado?
Nunca me hablaste de cómo te sentías y fue sólo hace poco que pude comprender tu depresión y ansiedad.
Entiendo que esto haya comenzado en tus años escolares, pero siempre parecías estar sobrellevando las cosas, y como tenía cuatro de ustedes, no reconocí las señales.
Si tan solo...
Lograste tanto en tu corta vida.
Ese amor por el deporte extremo fue tu caída, resultando en ese terrible accidente que motivó una depresión tan profunda, pero luchamos por conseguirte la ayuda que necesitabas.
De veras creí que estabas mejorando. Qué equivocada estaba. Esa mañana del sábado nunca, jamás imaginé que sería la última vez que te vería. No había señales de ningún problema.
36 horas después tomaste la sobredosis después de una discusión con tu novia. Me enviaste un mensaje de texto. Me había quedado dormida temprano y mi teléfono estaba en silencio.
Me lo perdí, y lo siento tanto. Nunca podré reconciliar el momento en que quizás pude haber salvado tu vida. Haría cualquier cosa por devolver el tiempo.
¿Por qué no me llamaste? Sabías que no te juzgaría, porque te amo.
Tu hermano y tus dos hermanas están perdidos sin su hermano mayor. Echan de menos llamarte, odian la silla vacía en eventos familiares, te amaban.
Lloramos tanto ahora. Te extrañamos insoportablemente, tus amigos te echan de menos y siempre nos contactan y nos cuentan maravillosas historias sobre tí y la amistad que compartían.
Tenemos algunos maravillosos recuerdos y siempre nos reimos recordando tu sentido de la moda, tu humor, y puedo recordar tu sonora risa. Pero no pueden reemplazarte.
Recuerdo cómo chupabas tu pulgar ese primer día en tu cuna en el hospital. Los problemas que eso causó más adelante cuando tuvimos que abrirte un agujero en tu pequeño guante para que pudieras calmarte así.
¿Recuerdas tu mantita? Era un pequeño acolchado color lavanda, y nunca la soltabas.
Eras tan servicial, cuando tu hermano vino al mundo. Tenías apenas 13 meses y a pesar de no poder caminar, gateabas para buscar pañales cuando era momento de cambiarlo.
Sueño contigo frecuentemente, y jamás quiero despertarme. No quiero perder tu imagen.
Jamás podré verte cumplir tus sueños de casarte, viajar y tener tu propia familia. Alex, dijiste que el amor es una palabra que se hace.
Todos te amamos, y daríamos cualquier cosa para tenerte de vuelta, a salvo y con la familia. Haré lo que sea para evitar que otras familias pasen por esto, y haré lo que pueda para crear conciencia sobre la salud mental de hombres jóvenes.
Hasta que volvamos a vernos, mi dulce niño, quiero que sepas que te amo.
- Mamá
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