Emotivo encuentro de pequeña niña con su mamá tras ser separada de su familia en la frontera
El reencuentro de esta madre inmigrante y su pequeña hija, quien se encontraba en un refugio en Estados Unidos, fue realmente emotivo.
Sindy Ortiz Flores de 23 años, viajó desde Honduras a Estados Unidos con su esposo y sus tres hijos. Sin embargo, en México se separaron.
Ella siguió el camino con sus dos hijos mayores mientras su esposo se quedó con la pequeña Grethshell Juliet, de 18 meses. Sindy logró llegar a San Francisco donde la recibieron sus familiares, pero la niña y su padre corrieron con otra suerte.
El padre fue detenido por el delito grave de reingreso al país y la niña fue llevada a un refugio en Texas.
"El padre fue separado del niño porque estaba siendo procesado penalmente por el delito grave 8 USC 1326 (reingreso ilegal)", dijo el Asistente del Jefe de Patrulla David Kim del sector El Centro de la Patrulla Fronteriza.
Los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de los EE.UU. no explicaron por qué el padre de Grethshell era peligroso para ella, de acuerdo con la orden de la juez de distrito de EE.UU, Dana Sabraw.
El padre fue detenido por el delito grave de reingreso al país y la niña fue llevada a un refugio en Texas.
Según Lisa Castellanos, funcionaria del grupo de defensa de inmigrantes Mijente, el gobierno le habría exigido a la madre de la niña pagar 4 mil dólares.
No obstante, cuando el caso se hizo mediático accedieron a entregar a la menor sin condiciones. Por eso, se logró el conmovedor reencuentro entre ambas.
Hacía más de un mes que no se veían. Sindy en cuanto vio a su hija dejó caer un suspiro. Al tenerla enfrente se lanzó sobre ella y rompieron a llorar.
"He estado tan nerviosa, preguntándome si me la devolverían o no", dijo Ortiz, mientras esperaba a su hija en el Aeropuerto Internacional de San Francisco.
La odisea de los inmigrantes que emprenden largos viajes con el sueño de entrar a buscar una mejor vida en Estados Unidos, es realmente devastadora.
Sobran historias desalentadoras como la de esta menor que se unió a una caravana de inmigrantes y en México se dio cuenta que no podía más.
Ahora lo único que tiene claro es que no volverá a intentar unirse a otra caravana.