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Un hombre de 80 años visita al médico

Fabricio Ojeda
13 feb 2019
23:53

Envejecer no es una broma, pero algunos pueden manejarlo bien mientras que otros se niegan a esperar sentados el envejecimiento. Si todavía puedes reír, quiere decir que ¡no estás muerto todavía!

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El abuelo en esta broma prefirió una decepción cómoda en lugar de enfrentar una difícil verdad. ¡Disfruta!

Par de ancianos en la calle | Foto: Pixabay

Par de ancianos en la calle | Foto: Pixabay

Un hombre de 80 años estaba recibiendo su chequeo anual y el doctor de su familia, que había estado con él por 50 años, le preguntó cómo se sentía.

“Nunca he estado mejor” respondió. “Recientemente, volví a encontrar el amor. Me casé con una bella niña recién salida de la escuela. Así que ahora, tengo una novia de 18 años que está embarazada, esperando a mi hijo. ¿Qué piensas de eso?”.

Hombre mayor con una mujer joven | Foto: Shutterstock

Hombre mayor con una mujer joven | Foto: Shutterstock

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El doctor considera esto por un momento, luego dice: “Bueno, déjame decirte una historia. Conozco un hombre que es un cazador ávido. Probablemente conoces al viejo Joe. De todas maneras, él nunca se pierde una temporada. Pero un día estaba muy apurado y accidentalmente tomó su paraguas en lugar del arma”

El viejo hombre espera tranquilo, preguntándose cuál será el punto de esta historia y cómo posiblemente podría confundir un paraguas con un arma.

Oso en la naturaleza | Foto: Pixabay

Oso en la naturaleza | Foto: Pixabay

El doctor continúa: “Así que, Joe está en el bosque cuando de repente un oso pardo aparece justo en frente de él. Bueno, él no sabe que olvidó llevar su arma. El viejo Joe levanta su paraguas, apunta al oso y aprieta la manilla. El oso cae muerto a tres metros de distancia de él”.

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El viejo hombre frunce el cejo y balbucea al doctor:

“¡Eso es imposible! Alguien más debe haber disparado a ese oso”.

Hombre mayor con doctor | Foto: Shutterstock

Hombre mayor con doctor | Foto: Shutterstock

“¡Exactamente!”, asiente el doctor.

Hay cambios por los que atraviesas cuando estás envejeciendo que no puedes negar. La diferencia es cómo, y la risa es después de todo la mejor medicina.

¿Te hizo reír esta historia? Lee otra historia graciosa aquí y compártela con tus amigos para alegrar su día.

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