Maki revela que ella y Juan Soler todavía podrían volver a estar juntos
La actriz y empresaria de 45 años reveló que todavía hay una posibilidad de reconciliación entre ella y Soler.
En una entrevista vía telefónica para el programa Primera Mano, la actriz y modelo argentina Maki Soler comentó que por el momento no se está divorciando de Juan Soler, su esposo por más de 15 años. Aseguró que existe una posibilidad real de que vuelvan a estar juntos aunque su futuro es incierto.
La actriz de 45 años dijo que ellos han querido ser lo más honestos posible al compartir este proceso que están viviendo como pareja y familia con periodistas y con el público en general, a pesar de que posiblemente sería más sencillo mantener todo en un hermetismo total porque en realidad, ni ellos mismos saben qué va a pasar.
Ambos están en medio de una toma de decisiones, se están dando un tiempo a ver si en realidad se extrañan, si resuelven las diferencias, si compaginan sus proyectos de vida.
La pareja, padres de dos adolescentes, Azul y Mía Soler, actualmente están separados y aparentemente la situación es más complicada de lo que ellos pensaban en principio. Maki dice:
“Juan es mi familia, yo lo amo, él me ama… Nosotros siempre vamos a ser una familia”.
Tuvo palabras muy sentidas y llenas de cariño y respeto hacia su esposo, describiéndolo como un hombre espectacular, un gran señor que merece todo su respeto. Y agregó:
“Me veo con Juan, que me veo todavía, veo la posibilidad como de regresar con él, no es una posibilidad cerrada…”
Sin embargo, comenta que la distancia, el desgaste y la falta de un proyecto en común son situaciones que aún deben resolver. Ella seguirá en Miami con sus hijas, mientras él tiene su residencia en México.
Por su parte, Juan Soler declaró que está viviendo “solo como un perro”, y que es "mejor estar separado y buscarse una pareja que sí quiera vivir contigo".
Hablando con Juan José Origel en el programa "Intrusos", admite que estaría muy feliz de tener a Maki a su lado, pero ella no quiere vivir en México y él no es feliz yendo cada 15 días a visitar a sus hijas.