Juez instó a policía a proteger a los niños de Godella antes del crimen, pero no llegaron a tiempo
Días después de la tragedia sucedida en Godella, siguen surgiendo nuevas pistas e informaciones que dan a entender que las cosas se pudieron haber evitado.
Según reveló Las Provincias, la madre de María Gombau, Noemí, habría acudido al juzgado de guardia de Valencia para dejarles saber que sus nietos, Amiel e Ixchel, estaban viviendo en situación de desamparo.
Además, en la denuncia de Noemí, dejó claro que los problemas psicológicos y los constantes comportamientos extraños de su hija le preocupaban, sobre todo después de recibir un mensaje de María, la principal sospechosa del crimen, insinuando que se suicidaría.
LOS TEMORES DE NOEMÍ
Fuentes judiciales luego confirmaron la entrevista que tuvo Noemí con el magistrado de guardia y agregaron que, luego de que la abuela de las víctimas expusiera sus temores, el juez remitió la denuncia la misma tarde que la recibió (13 de marzo) a la comisaría de la Policía Nacional de Burjassot-Godella.
Una de las órdenes emitidas fue tomar las “medidas oportunas en relación con la situación de los menores” para protegerlos.
EL CRIMEN SE DIO DE IGUAL MANERA
Sin embargo, unas horas después de que Noemí hablara con el juez, María presuntamente mató a sus hijos a golpes. La mujer luego habría lanzado los cuerpos sin vida a unas fosas cercanas a la casa que tanto ella como su esposo, Gabriel Carvajal, ocupaban de manera ilegal.
Aparte de enviar la denuncia realizada por Noemí a la comisaría de Burjassot, el juez también le informó al Decanato de los Juzgados de Paterna lo ocurrido puesto a que los hechos habían ocurrido en su competencial territorial.
LA PAREJA HABÍA SIDO VISITADA ANTES POR POLICÍAS
Uno de los aspectos más sorprendentes es que una patrulla de la Policía Local de Godella fue a la casa okupa el 11 de marzo, solo tres días antes del crimen, pero esa visita no generó nada en contra de los padres.
Además, cuando Noemí recibió el mensaje suicida, tanto ella como los policías se dirigieron a la casa para asegurarse que todo estuviese bien, pero Gabriel dijo que su mujer y su suegra estaban peleadas y que el mensaje era la manera de María de “picar” a su madre.
FALLO COLECTIVO
En total, la abuela solicitó ayuda para proteger a los menores al menos cuatro veces, pero ninguna fue fructífera. A raíz de esto, el Colegio Oficial de Trabajo Social de Valencia confirmó que hubo un “fallo colectivo” en la protección de los pequeños.
Los servicios sociales, sanitarios, educativos, judiciales y los cuerpos de seguridad están incluidos en ese masivo error.
De haber manejado las situaciones de una forma más agresiva, quizás los niños aun estarían vivos.
Por el momento, Noemí mantiene un respetuoso silencio. María y Gabriel, por otro lado, están bajo arresto esperando a que los investigadores terminen su trabajo para saber qué hacer con ellos.
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