Dentro de la inusual relación entre Sarah Ferguson y el Príncipe Andrew

El Príncipe Andrew y la Duquesa Sarah mantienen una relación como si fuesen una pareja casada, a pesar de estar divorciados, pero ha habido altibajos detrás de esta excentricidad.

Sarah Ferguson fue la esposa del Príncipe Andrew, hijo de la Reina Elizabeth II. Se casaron el 23 de julio de 1986, en la Abadía de Westminster. La Reina apreciaba enormemente a su nuera, Sarah, tanto que hizo muchas cosas por ella en términos financieros.

Gracias a esta generosidad de la Reina hacia Ferguson, la pareja recibió unas tierras en el condado de Berkshire donde construyeron su finca de dos pisos, Sunninghill Park.

Andrew tuvo una gran relación con su esposa y sus dos hijos, Beatrice y Eugenie. Pero un giro repentino de los acontecimientos desencadenó la ruptura.

Se creía que Sarah comenzó a pasar más tiempo de lo normal con miembros del sexo opuesto cuando Andrew estaba ausente en sus expediciones militares.

Hubo un tiempo en que Sarah viajó a Marruecos para pasar sus vacaciones con un grupo de personas, especialmente con Steve Wyatt, un hombre de negocios estadounidense que parecía gustarle en ese momento.

Luego de dos años, las fotos de las vacaciones se filtraron y aparecieron en todos los medios de comunicación.

Andrew Morton, un biógrafo, alegó que Diana, la difunta esposa del Príncipe Carlos, divulgó la noticia. Se creía que Diana estaba celosa de Sarah porque tenía la atención de la Reina.

Esto marcó el comienzo del declive en la imagen pública de Sarah cuando el palacio comenzó a devaluarla.

En su autobiografía "Mi historia", Sarah escribió:

"Me etiquetaron como inapropiada para la vida real y la acusación se mantuvo. Estaba congelada y no sólo en el palacio; el viento de todas las puertas que se cerraban en mi cara podría haberme derribado".

A pesar de su separación, Andrew todavía amaba a Sarah, y mantenían una relación amistosa como si aun estuvieran casados.

Ambos querían estar allí para sus hijos, y se esforzaron por lograr eso. A Sarah no se le impidió asistir a sus vacaciones familiares anuales de agosto en Balmoral.

Presumiendo sobre su relación tras la separación Ferguson dijo:

"Somos la pareja divorciada más feliz del mundo".

Andrew la invitó a su cumpleaños número 50, independientemente de las quejas de sus padres. Sarah también lo apoyó cuando lo acusaron de agresión sexual y violación. Aunque el alboroto mediático tardó un tiempo en extinguirse, pudieron sobrellevar la tormenta.

Todos los escándalos del pasado parecen estar detrás de ellos ahora. La relación de Sarah con la Reina también ha mejorado significativamente.

En octubre pasado, ella y Andrew asistieron al matrimonio de su hija, la Princesa Eugenia, con Jack Brooksbank.

Hay rumores de que la pareja podría volver a casarse, ya que ahora no necesitan el consentimiento de la Reina para hacerlo, debido a que actualmente el Príncipe es el séptimo en la línea de sucesión al trono.