Cachorro lloró como un humano cuando lo separaron de la vaca que lo crio
Un cachorro llamado Rookie quedó devastado cuando se separó de la vaca que se convirtió en su figura materna. El pobre perro lloró, deseando que ella lo escuchara y regresara con él.
El siguiente video demuestra que, al igual que los humanos, los animales también son capaces de sentir dolor.
La vaca había intervenido para cuidar a Rookie cuando su madre no podía. Ella actuó como una verdadera madre para el pequeño cachorro.
Rookie lloró cuando fue separado de su madre sustituta | Foto: YouTube / Kritter Klub
Posteriormente, se generó un vínculo muy estrecho, pero su amistad fue puesta a prueba cuando la vaca fue vendida.
En el momento en que Rookie comprendió que su compañero de confianza se había ido, estaba lleno de dolor y tristeza. Ladró, lloró y buscó a la vaca una y otra vez.
El perro y la vaca han formado un vínculo inquebrantable | Foto: YouTube / Kritter Klub
El cachorro incluso permaneció sentado durante un tiempo considerable en el establo, con la esperanza de que su amiga regresara.
Luego, en algún momento, el perro escuchó un distante murmullo y rápidamente corrió desde su patio, se apresuró por el camino y siguió la voz hasta encontrarla.
Rookie corrió hasta encontrar a la vaca | Foto: YouTube / Kritter Klub
Su dueño estaba llamando el nombre del cachorro, pero Rookie estaba decidido a encontrar la vaca.
Rookie luego encontró a su mejor amiga viviendo en otro granero en el pueblo. El perro estaba encantado. Comenzó a acariciar la cara de la vaca y la lamió hasta que su dueño se lo llevó.
El pero parecía perdido y desesperado en casa. Cuando comenzó a perder el apetito, su dueño se preocupó y decidió sorprender al cachorro.
Ellos recompraron a sus vacas viejas, pese que mantenerlas le costaría mucho a la familia financieramente hablando. El reencuentro entre el cachorro y la vaca rápidamente se volvió viral, y no es difícil entender por qué.
La verdadera amistad trasciende todos los límites. Al igual que Rookie, un perro llamado Meg también decidió quedarse con su amigo, un conejito bebé pequeño y salvaje, para siempre.