El matrimonio más largo de una pareja con síndrome de Down termina tristemente tras 25 años

Sin importar que las personas e incluso el estado de Nueva York se pusiera en contra de su unión legal, esta pareja no dejó de luchar ni un solo día para poder unirse como marido y mujer.

Kris Scharoun-DeForge y Paul DeForge, ambos con Síndrome de Down, fueron un ejemplo de pareja desde el primer momento en que se conocieron: hace tres décadas en un baile, donde sus miradas se cruzaron y se enamoraron perdidamente el uno del otro.

Desde ese día fueron inseparables y, a pesar de que algunos se opusieron a la idea en un principio, lograron casarse en 1993, después de cinco años de lucha, en la que incluso tuvieron someterse a unas pruebas ante las autoridades de Nueva York (EEUU), lugar de su residencia.

En esta evaluación el estado determinó el nivel de conocimiento de la pareja, sus sentimientos el uno por el otro y sus necesidades sexuales, hasta que por fin les concedieron el derecho de casarse.

En agosto de 2018, este admirable matrimonio celebró sus 25 años de unión con una renovación de votos, convirtiéndose así en el matrimonio más largo de todas las parejas en las que ambos tienen síndrome de Down.

"Han sido un modelo a seguir para una consideración positiva incondicional en una relación", dijo la hermana mayor de Kris, Susan Scharoun.

No obstante, el trastorno genético no perdonó a Paul, quien comenzó a padecer de Alzheimer prematuro, que es normal en personas con síndrome de Down, según los médicos.

Los doctores le recomendaron a la familia internarlo en una clínica de atenciones especiales, pero al principio se negaron, pues pensaban que ellos mismos podían brindarle el apoyo y los cuidados que él necesitaba, hasta que ya no fue así.

Entonces, llevaron a Paul hasta un centro en Buffalo y Kris luchó sola por primera vez desde su matrimonio. "Tuvimos que decirle que no iba a volver y se volvió muy difícil para ella", dijo su hermana.

Aun así, Kris compartió todo el tiempo que pudo con su esposo, a quien, a pesar de su demencia, todavía se le iluminaban los ojos cada vez que lo visitaba. “Es obvio que aún la reconocía”, recuerda Susan.

Lamentablemente, Paul falleció a los pocos meses de haber celebrado los 25 años de matrimonio con su esposa, quien actualmente tiene 59 años.

Con el paso de tiempo, tras guardar duelo por su difunto marido, ella poco a poco ha regresado a su rutina y a sus pasatiempos.

"Kris está rodeada de amor... Estoy increíblemente agradecida. Pasará mucho tiempo antes de que se cure por completo, pero poco a poco va a llegar", comentó la hermana.

En otra historia conmovedora, la amiga de un chico con síndrome de Down lo hizo llorar cuando lo invitó a ir con ella al baile de graduación. Conoce todos los detalles aquí.