Infeliz y sin amor: por qué Pepa Flores se casó con Carlos Goyanes
Pronto se cumplirán 52 años desde que se celebró la boda entre la niña prodigio, Pepa Flores, mejor conocida como Marisol y Carlos Goyanes. Una boda que paralizó a España completa.
Decenas de personas se acercaron aquel 16 de mayo de 1969 a la iglesia de San Agustín de Madrid para saludar a la actriz y cantante.
Ese día, Marisol le dio el sí quiero al hijo de su descubridor. Su enlace representaba el paso definitivo hacia la adultez de esa niña que había encarnado la mejor versión de un país. Una unión tumultuosa. Así era el primer matrimonio de Marisol hace más de 50 años. Pero estaba destinado al fracaso.
Marisol y Carlos Goyanes el día de su boda, mayo de 1969. | Foto: Getty Images
UNA GRAN FALACIA
El matrimonio de Pepa con Carlos fue una gran tragedia en su vida. Aunque formaban una pareja llena de encanto y belleza, todo era mentira.
Marisol recordó en algún momento que a su suegro no le agradó mucho aquella unión. Y no, no tenía miedo de perder a su hijo Carlos, sino de perderla a ella.
"Mi madre no quería ir a la boda y mi padre tampoco. El padre de Carlos se llevó un disgusto de padre y señor mío porque me escapaba de su lado", aseguró ella, según Vanity Fair.
Desde hacía un tiempo corría el rumor de que Marisol ya no era una niña. Se decía que tenía un novio en el mismo entorno en el que se había movido la adolescente: el de los Goyanes.
Algo que no le extrañó a nadie, pues la pequeña se la pasaba de rodaje en rodaje. Pero las cosas no resultaron como ella esperaba. La relación no empezó bien para ellos y terminó peor de lo que imaginaron.
El mismo día del enlace la novia casi se desmaya. Casi como un presagio de los terribles días que vendrían después. Luego de la concurrida boda, los recién casados se fueron de luna de miel a Marbella.
Una escapada oficial en la que fueron fotografiados de lo más alegres en la playa. La imagen de felicidad acabó rompiéndose unos años después, cuando ella sufrió un aborto y la relación con su suegro se fracturó.
Las primeras películas de la actriz contaban una historia similar a la de la propia protagonista. La vida de una niña humilde que llega a un entorno privilegiado y lo transforma con su gracejo y encanto natural.
“No teníamos hambre, pero pasábamos fatigas. Éramos pobres, pobres de verdad”, dijo la propia Marisol en una entrevista sobre sus orígenes.
Durante su matrimonio no fue la mujer feliz que todos esperaban. Primero, tuvo un aborto que desencadenó mucha infelicidad en la relación. Los días venideros fueron marchando de mal en peor.
La depresión la acompañó durante muchísimo tiempo. No lograba volver a encontrar la felicidad que reflejaba su rostro antes de su pérdida. Hasta intentó quitarse la vida.
Después de su primera pérdida, comenzó a tener muchos padecimientos en el útero. Los médicos descubrieron que se trataba de una malformación. Esa era la razón por la que no podía dar a luz.
Decidió operarse y las cámaras la inmortalizaron junto a Carlos en la habitación del hospital. Pero su matrimonio no fue lo suficientemente estable para perdurar en el tiempo.
Más tarde tuvo tres hijas, pero no con Carlos, sino con el bailaor Antonio Gades. Ambas han resultado ser increíblemente hermosas y profesionales.
Dos atributos heredados de su madre. Una es actriz, otra psicóloga y la menor de ellas es ahora cantante. ¡Conócelas aquí!