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Mamá ciega es humillada por socorrista en una piscina: 'no venga si no puede cuidar a su hijo'

Fabricio Ojeda
08 jun 2019
13:01

Libby Hanley llevó a su hija a una piscina en Inglaterra para celebrar su tercer cumpleaños, pero un comentario desconsiderado de un miembro del personal les arruinó la jornada.

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Un incidente ocurrido en un centro recreacional de Burslem, Inglaterra, ha revelado la necesidad de que el personal asignado a la piscina reciba un entrenamiento suplementario sobre igualdad y discriminación.

Lo sucedido demuestra que los encargados de la seguridad en la pileta no solo deben ser preparados en técnicas para salvar vidas, sino también en el trato que deben dar a los usuarios, independientemente de las diferencias que pudieran existir.

Mujer con gafas oscuras y bastón. | Foto: Shutterstock

Mujer con gafas oscuras y bastón. | Foto: Shutterstock

Libby Hanley, quien sufre de ceguera, se sintió humillada cuando un salvavidas hizo un desafortunado comentario sobre su discapacidad.

"Estoy registrada como ciega y me toma un momento para que mis ojos se adapten a la luz una vez que me he quitado las gafas. Un miembro del personal de la piscina dijo 'necesitas ver a tu hija', así que respondí y expliqué que no podía ver. Y ella dijo: 'Bueno, supongo que no deberías estar aquí'. Me sentí muy incómoda”, explicó la mujer de 31 años.

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"Ella no me llamó a un lado para decirlo. Lo dijo frente a toda la piscina", agregó.

Niña sonriendo en una piscina. | Foto: Shutterstock

Niña sonriendo en una piscina. | Foto: Shutterstock

Además de su pequeña hija Madison, otros familiares y amigos de Hanley se encontraban con ellas en las instalaciones administradas por el Ayuntamiento de Stoke-on-Trent. Terence Wildridge era uno de ellos y quedó sorprendido por lo que pasó.

"Mi esposa Hollie trabaja en el centro de niños en Biddulph y Libby va allí con su hija Madison y las llevamos a Dimensiones. Fuimos a la recepción principal y les dijimos que Libby estaba registrada como ciega”, contó el hombre de 39 años.

Dijo que llevaron a los pequeños a la piscina para niños, bajo la dirección de Hollie. “Habíamos estado allí durante unos 45 minutos. Todo estaba bien. Maddie estaba corriendo y luego el salvavidas le dijo a Libby: 'Cuida a tu hijo'".

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Entonces, Wildridge fue al vestuario a buscar la tarjeta para ciegos de Libby y presentarla al personal de guardia.

Piscina con salvavidas. | Foto: Wikimedia Commons

Piscina con salvavidas. | Foto: Wikimedia Commons

"El salvavidas acababa de meter la nariz", agregó Terence. "Uno de los padres dijo 'eso es asqueroso...". Estaban tratando de defenderla porque podían ver lo molesta que estaba. Decidimos sacarlos de la piscina y llevarlos de vuelta a casa”.

Para Terence, los directivos del lugar deben tomar medidas para que situaciones como esta no se repitan.

"Debería investigarse y el personal debe volver a capacitarse. El personal debe asegurarse de que no vuelvan a salir con ese tipo de cosas. No queremos que otra persona se vea afectada como lo fue Libby", sentenció.

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Libby también se acercó a la administración del centro recreacional para quejarse, y le ofrecieron un cupón de dos por uno para su próxima visita.

"No estoy interesada en ir allí otra vez. Me hizo sentir bastante mal y me hizo cuestionarme", afirmó. "El personal necesita más capacitación. Mi discapacidad no es una cosa física y no es una discapacidad obvia".

Piscina concurrida. | Foto: Flickr

Piscina concurrida. | Foto: Flickr

Por su parte, un vocero del consejo de la ciudad dijo que estaban investigando el incidente.

"En el día, un miembro del personal habló con el cliente y se le informó sobre nuestro proceso oficial de quejas. Tomamos en serio todas las quejas de los clientes y las abordamos de la manera más exhaustiva posible", aseguró.

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Afortunadamente, no todo el mundo reacciona igual ante las personas que sufren discapacidades.

Durante un vuelo de Alaskan Airlines, un hombre ciego y sordo tenía dificultades para desenvolverse y hacerse entender por el personal, que decidió pedir ayuda por los altavoces a alguien que conociera el lenguaje de señas.

El llamado fue atendido por Claire Daly, una adolescente que no solo ayudó al viajero invidente a comunicarse, sino además se encargó de él durante todo el vuelo.

La actitud de la chica trascendió a los medios y desde entonces ha recibido numerosos elogios por su buena disposición. Conoce aquí toda la historia.

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