Joe Rígoli: el cómico argentino que murió solo y en la ruina

El comediante argentino Joe Rigoli, que interpretó al famoso personaje ‘Felipito Takatún' que se hizo famoso en los años 70, vivió sus últimos años en la indigencia en Buenos Aires.

Sus mejores años los vivió en España, donde fue un reconocido actor que vivía entre lujos. Sin embargo, dos décadas después regresó a su país natal. Allí comenzó su decadencia.

La ruina llegó a su vida porque despilfarró la fortuna que amasó durante las décadas que pasó trabajando en España.

"Tuve épocas en España de ganar 100 mil dólares mensuales (72.000 euros) así que te imaginas como vivía.”

MALAS INVERSIONES Y GASTOS DESMEDIDOS

“Me compraba un auto y quería el mejor, el único, le cambiaba ruedas, accesorios, y me hacía un vestuario que hiciera juego. ¡Mira hasta dónde llegaba mi estado de pelotudez!", señaló hace varios años en una entrevista.

Entre otras causas de su ruina económica, confesó que, al regresar a Argentina, en los 90, siguió el consejo de un amigo e invirtió casi un millón de dólares (720.000 euros) en un negocio que terminó fracasando.

Aparte de sus malas inversiones, el actor tenía gastos desmedidos: "Mirá, cuando la ganás fácil, la gastás fácil. Regalé mucho: autos, departamentos a amigos, acá, en Europa. Yo pensé que era para toda la vida”.

SUS MUJERES

El actor tuvo cuatro esposas, y todas fueron su debilidad. La primera de ellas, la actriz Susana Mayo, estuvo casada con el comediante desde 1964 hasta 1977.

Posteriormente, a principios de los años 80, el actor tuvo un romance y terminó casándose con una cantante llamada Marisa.

Luego se casó con la modelo Noemí Lidia Ancerí en mayo de 1989. Juntos vivieron en un lujoso piso de Madrid, en 1993. Sin embargo, el matrimonio también llegó a su fin.

A pesar del desengaño de sus primeros tres matrimonios, el actor quiso probar suerte una vez más.

Fue entonces cuando, en 2010, regresó a España y contrajo nupcias con una abogada, que también era actriz, llamada Fátima, 33 años menor que él. Sin embargo, el matrimonio también fracasó.

EL INICIO DEL FIN

Para ese entonces la vida de Joe Rigoli ya estaba llegando a la decadencia. Unos años antes de su muerte, prácticamente sin dinero, el comediante regresó a Argentina y se fue a vivir a Mar del Plata.

Allí un amigo empresario lo recibió en su casa, desde donde anunció que tenía pensado hacer un programa de televisión que se llamaría ‘Buenas noches con humor’, además dar clases de teatro y rodar una película titulada ‘Mi papá es mío’.

Sin embargo, las cosas no salieron como tenía planeado, y ya con una apariencia notablemente deteriorada y un rostro desconocido para muchos, acudió a una entrevista en un programa de televisión donde manifestó sin fuerza y con voz entrecortada que deseaba continuar trabajando.

Sin embargo, ese día marcó el inicio de su fin. "No me arrepiento de nada de lo que hice, son 78 años de los cuales muchos trabajé como actor. Quiero morirme sin darme cuenta. La muerte es un estado de ánimo”.

“Lo importante no es lo que uno se lleva, lo importante es lo que uno deja. Y si lo que yo dejé sirve para algo, bienaventurados sea el Señor", fueron las sentidas palabras de Rigoli.

Durante un tiempo, fue acogido por el geriátrico gratuito para actores Casa del Teatro, junto a otros 40 actores ancianos sin dinero ni ayuda familiar, ubicado en pleno centro de la capital argentina. Sin embargo, pasó sus últimos años en la indigencia.

El actor murió el 27 de enero del 2015 en el Sanatorio Central EMHSA de Mar del Plata, a los 78 años, y a causa de anemia y neumonía.

Por otra parte, Alma Delia Susana Fuentes González fue una emblemática actriz de la Época de Oro del Cine Mexicano que también pasó sus últimos años de vida en decadencia. Conoce su historia aquí.