Mamá aún sufre por las duras últimas palabras que tuvo con su hija de 13 años fallecida
Eboney murió por sobredósis de éxtasis justo después de haber tenido una caldeada discusión con su madre, Kerry.
El remordimiento de una madre se ve en el rostro de Kerry Williams, quien lo último que hizo con su hija fue discutir antes de que la jovencita sufriera convulsiones por sobredosis de éxtasis.
Eboney Cheshire, de 13 años, murió horas después de que sufriera un ataque en su habitación. "Estaba en la oscuridad con su pijama. Su teléfono estaba en el otro extremo de la habitación y sus ojos se le iban", dijo su madre.
PELEARON EN LUGAR DE SER AMOROSAS
Kerry recuerda que esa última noche con su hija, ella llegó de trabajar y encontró a Eboney acostada en el sofá usando su teléfono mientras la casa estaba desatendida, así que comenzó a discutir con ella.
Como cualquier adolescente, la chica se fue molesta a su habitación mientras la madre limpiaba el hogar, pero tiempo después, cuando ya iba terminando, escuchó un ruido que determinó el inicio de una pesadilla.
LA TRAUMÁTICA ESCENA
Al entrar a la recámara de Eboney, Kerry la halló convulsionando en el piso oscuro, con su teléfono al otro lado del cuarto. De inmediato la mujer buscó ayuda y la menor fue trasladada al hospital, donde murió cuatro horas después.
Luego de su muerte, se supo que la estudiante de secundaria murió por intoxicación con metilendioximetanfetamina, mejor conocida como éxtasis.
Al no hallar rastros de la droga en la habitación, la policía buscó otros indicios y hallaron un video de vigilancia en la que se ve a la joven comprando comida en la calle, sitio donde pudo haber tenido acceso al estupefaciente.
EL DOLOR DE UNA MADRE EN DUELO
Por su parte, ahora Kerry solo lamenta no haberle expresado su amor a su pequeña: "¿Por qué mis últimas palabras no fueron 'Te amo' antes de que se fuera a la cama?", se pregunta la desconsolada madre.
Sin duda, esta mujer debe estar pasando por un calvario, al igual que Charity Lee, quien perdió a sus dos hijos el mismo día, cuando el chico mayor mató a su propia hermanita.