Barron Trump ya luce más alto que Donald y que Melania Trump en tacones (foto)

Se supone que los niños deben superar a sus padres, convertirse en mejores versiones de los que los precedieron, y eso fue exactamente lo que hizo Barron Trump, al menos físicamente.

El hijo menor de Donald Trump tiene actualmente 13 años, pero ya es más alto que su padre, que se cree que mide 1,90.

Recientemente, mientras regresaba a la Casa Blanca después de una corta estadía en el campo de golf Trump en Bedminster, Nueva Jersey, el joven caminó junto a sus padres y les mostró a todos cuánto había cambiado.

TODAVÍA PODRÍA SER MÁS ALTO

El domingo, Barron dejó el Marine One en el South Lawn y la diferencia de alturas fue más notable que nunca. El adolescente incluso se veía más alto que su madre, Melania Trump, que llevaba tacones de aguja de doce centímetros.

Cuando Barron llegó por primera vez a la Casa Blanca en junio de 2017, era más bajo que sus dos padres y dada su corta edad, es posible que continúe creciendo.

¿ELIGIÓ EL DEPORTE INCORRECTO?

Es muy inusual que un niño de 13 años sea tan alto, lo que ya ha llevado a algunas personas a hacer un par de bromas sobre él, diciendo que la NBA lo está vigilando de cerca.

Se ha informado que Barron, que asiste a una escuela privada en Potomac, Maryland, siente pasión por el fútbol, a pesar de que su estructura física es más adecuada para un deporte como el baloncesto.

Jahan Sahni, un usuario de Twitter, incluso cuestionó si había alguna fórmula secreta de crecimiento que Barron podría haber estado tomando:

"Barron Trump tiene 13 años y es más alto que su padre de 1,90. ¿Tiene el gobierno de los Estados Unidos algún tipo de fórmula de crecimiento especial? Porque esto es una locura".

PIERNAS POR DÍAS

Uno de los aspectos más curiosos señalados por las personas en línea fueron las largas piernas de Barron, que hacen una contribución masiva a su asombrosa altura.

Algunos de los comentarios iban desde "70% piernas, 30% torso", incluso se dijo que Barron tenía la cara de un niño de ocho años en el cuerpo de un jugador de baloncesto.