La vez que Raúl Araiza se sinceró sobre su 'salvaje' juventud, sus adicciones y su primera vez
En enero de 2019, Raúl Araiza se sinceró en la sección "A Corazón Abierto" del programa "Hoy", donde contó cómo fue su primera vez y sus adicciones.
El presentador mexicano, hijo de la actriz Norma Herrera y el productor Raúl Araiza, confesó que su padre lo envió a un colegio militar en Washington, Estados Unidos, donde le dieron una educación rígida.
A los 18 años regresó a México y empezó a hacer castings para incursionar en el mundo de la televisión. Después empezaría a revelar los eventos que marcaron su “salvaje” juventud.
Respecto a su primera vez, no tuvo pelos en la lengua y contó que fue producto de un momento en el que deseaba encajar en un grupo de amigos.
Desde muy niño jugó fútbol, así que siendo un joven decidió entrar a un equipo, y ahí empezaron las fiestas para él. Un día, un amigo lo llevó a un prostíbulo de insurgentes para que tuviera su primer encuentro sexual.
"Me llevaron obviamente a desquintar, un amigo mío. Me llevaron con las damas a las que se les paga ahí en Insurgentes. Sí fue horrible porque, al fin y al cabo, en lugar de aprender poco a poco en el faje, de ahí a la calentura y dónde nos escondemos y todo esto, pues llegas de repente acá con una chaparrita con cuerpito de balero y dices ‘quiúbole, ¿esto qué es?"
Asimismo, abrió su corazón y habló de que en esa misma época de su vida empezaron las fiestas para él y, por supuesto, el contacto con el alcohol. Un tema que más adelante en su vida se convertiría en un gran problema.
Acerca de las drogas, admitió haber probado cocaína y tachas, pero solo fue un acercamiento que no trascendió. Sin embargo, el consumo de alcohol empezó a generar problemas. El presentador confesó que tenía lagunas, choques y agresividad con su madre.
De repente, llegó un momento en el que decidió admitir que tenía un problema y acudió al primer centro de rehabilitación que está ubicado en Cuernavaca. Hoy reconoce con humildad todo lo sucedido, pero además, admite que sigue yendo a Alcohólicos Anónimos, pues una adicción es una enfermedad y no se cura, se rehabilita.
El presentador confesó que tenía lagunas, choques y agresividad con su madre.
En una nota relacionada, Raúl Araiza se realizó en pleno programa en vivo un tatuaje sobre el lenguaje de señas, que tiene un significado muy especial para su vida. Mira aquí los detalles.