Sonia Martínez, de popular presentadora a la imagen que arruinó una carrera
Esta joven fue una de las presentadoras más queridas de la década de los 80 desde que el público conoció sus programas, entre ellos uno de los más populares: 'Dabadabadá'.
Sonia Martínez nació en Madrid el 23 de septiembre de 1963. Fue una buena estudiante y muy buena nadadora que, de hecho, quedó como la segunda mejor de Castilla.
Aunque entre sus planes nunca estuvo ser actriz o presentadora de televisión, a los 19 años fue seleccionada en los estudios de Prado de Rey para ser la animadora del espacio científico para niños, '3, 2, 1... contacto'.
La fama se le fue dando naturalmente cuando después acudió a presentar 'Dabadabadá', que al principio había sido pensado para Mayra Gómez Kemp.
Asimismo, su popularidad fue en auge después de que enamorara a las familias españolas con su simpatía, gracia y desenvoltura ante las cámaras, con sus bucles oscuros. Pero no solo era la preferida de los niños de la casa, pues algunos directores y productores de cine se interesaron en su trabajo.
Se estrenó como actriz en 1984, en la película 'Epílogo', de Gonzalo Suárez. Al año siguiente fue protagonista de 'Perras callejeras', de José Antonio de la Loma, dedicado al cine de jóvenes marginados. En esta se le pudo ver desnuda, pero no fue la única vez de su carrera artística que la vimos así.
Sonia Martínez empezó su carrera como actriz en 1984. | Foto: YouTube/Ivan F
Posteriormente actuó en 'El rollo de septiembre' y en la serie 'Segunda enseñanza'. Hasta que en 1986 regresó a su rol de presentadora con el programa 'En la Naturaleza', también pensado para los jóvenes.
Unos meses más tarde empezó a trabajar en una serie televisiva alemana, 'Grossstadtrevier', en la isla de Ibiza, donde interpretaba el papel de una policía local. En uno de sus descansos decidió bañarse en "topless" en la playa, sin contar con los fotógrafos que merodeaban por el lugar y aprovecharon para capturarla semidesnuda.
Todo el material gráfico llegó a manos del director de la revista Interviú, quien decidió publicar un gran reportaje al respecto.
Martínez también incursionó en el cine. | Foto: YouTube/GARAITEZIN
Estas imágenes hubiesen sido insignificantes en la actualidad, pero a finales de los 80 las cosas eran muy diferentes a como son ahora, por lo que la publicación supuso el despido inmediato de la presentadora de la Televisión Española. Pero ella, debidamente asesorada, demandó a la televisora, que perdió el juicio correspondiente y no tuvo más remedio que readmitirla.
Pero esa no fue la solución para su carrera, pues el canal le prometía espacios que nunca saldrían al aire. Cuando su contrato se había finalizado definitivamente, jamás volvieron a llamarla.
A esto se le sumaba la temprana muerte de su madre Petri, a los 43 años, lo que hundió a Martínez en el dolor, la tristeza, la amargura y finalmente las drogas.
Sonia Martínez falleció el 4 de septiembre de 1994. | Foto: YouTube/GARAITEZIN
A pesar de sus intentos por “desengancharse”, pocos eran los resultados obtenidos, ya que se dice que terminó inyectándose heroína e inhalando cocaína. Años después, lo único que se supo es que salía con un futbolista que la dejó embarazada y luego perdió el bebé que esperaba.
Cuando se quedó sin dinero para mantener sus vicios, tomó la decisión de ir a diario a ciertos lugares de la Casa de Campo de Madrid para prostituirse con clientes que pasaban en coche.
Aunque luego ingresó en un centro de rehabilitación, su mala suerte se resumió en que este lugar resultó ser el epicentro de una estafa del dueño del lugar, que solo le interesaba mantenerlo abierto para percibir ingresos extras sin pagarle a ningún trabajador.
En ese sitio, Sonia se involucró con un drogadicto llamado José Manuel Padilla Bravo, con quien se casó y tuvo una hija llamada Yaiza. Poco después le diagnosticaron Sida, e incluso su primogénita nació con el síndrome de abstinencia y VIH.
El 4 de septiembre de 1994, Sonia falleció a los 30 años después de un lustro de dolor, angustia, desesperación y ya casi irreconocible en la Clínica de la Concepción. A su funeral casi nadie asistió.
Otro fallecimiento que dio mucho de qué hablar fue el de la actriz española Amparo Rivelles, de quien se dice tuvo pocos novios pero muchos amantes.
También se llevó un secreto gigante a la tumba y es que nunca se supo quién de todas sus pasiones resultó ser el padre de su hija. Conoce más sobre su vida en este enlace.