Luis de Llano Palmer: vida y legado de 'El señor de la televisión'
¡Cómo olvidar a Luis de Llano Palmer, creador, inventor, líder y visionario de la televisión mexicana!
El 23 de octubre de 2012, la luz se apagó para este español con hambre de revolución. Tenía 94 años cuando de Llano Palmer murió por causas naturales. Si bien desapareció físicamente, su prometedor legado ha prevalecido con los años.
Nacido en Betxi, municipio de Castellón en la Comunidad Valenciana de España el 14 de octubre de 1915, es considerado uno de los pioneros de la radio y la televisión en México, lugar donde vivió desde los 21 años y se nacionalizó.
Luis de Llano Palmer, cuyos padres fueron el general Francisco Llano de la Encomienda e Isabel Palmer, estudió leyes en la Universidad de Valencia, volviéndose abogado.
A pesar de que fue parte de la Guerra Civil Española como combatiente republicano antifranquista de 1936 a 1939, decidió huir en barco a México, en donde pidió asilo y vivió durante la mayor parte de su vida.
Se desempeñó como compositor de canciones y obras musicales, así como productor y director de televisión y radio (actividad en la que verdaderamente se destacaba), y programador en los canales 2, 4, 5, 8 y 13, que le otorgaron gran reconocimiento.
De Llano Palmer, quien también residió en Estados Unidos, procreó a Julissa y a Luis de Llano Palmer con su primera esposa, Rita Macedo.
Tras su divorcio, se casó en el 1958 con la actriz española María Rivas, con quien tuvo dos hijos más: Isabel, nacida en 1959, y Miguel, nacido en el 1964. Este matrimonio tampoco funcionó.
Él era una persona muy animada, entusiasta, franca, sentimental y, a veces, depresiva, pero su talento era enormemente admirado. Le encantaba viajar, ir al cine, disfrutar de la televisión y la música clásica.
Según su hijo Luis, de Llano Palmer era “un hombre sencillo, de fuerte carácter y un sentido del humor agudo e inteligente”, con una memoria admirable y una perspectiva “casi profética”.
Luis Jr. atribuyó a su padre la modernización de la TV estatal, siendo productor de cientos de videoteatros en los que participaron infinitos autores, directores y escritores, al momento de su retiro y jubilación.
Dos de las obras por las que recibió sus más grandes satisfacciones fueron Los fantásticos y Mi bella dama, debido a su corte romántico y su grado de dificultad, respectivamente.
Si bien obtuvo muchos reconocimientos a lo largo de su trayectoria artística, entre los más destacados están: la Legión de Honor (uno de los más relevantes del gobierno francés), el premio Ondas en España, el Heraldo de El Heraldo de México, y el Teponaxtli de Malinalco, en el mismo país.
Cuando falleció el apodado “El señor de la televisión”, él dejó expreso el deseo de no querer ser velado. Él era un hombre completamente sano que partió por causas naturales.
“Buen viaje al grande Luis de Llano Palmer, te vamos a extrañar abuelo”, escribió Alex Ibarra, nieto del artista. “El abuelo más hermoso y talentoso”, manifestó Benny Ibarra, otro nieto del creador.
Tendrán que pasar años antes de que Luis de Llano Palmer quede en el olvido. Q.D.E.P.