La duquesa de Alba: dramas, pasiones y rumores de una extraordinaria vida
La noble con más títulos del mundo, conocía bien la palabra amor y cosechó una gran fortuna a lo largo de su vida.
La duquesa de Alba tuvo una existencia llena de dramas, pasiones y rumores, pero no cabe duda de que también fue extraordinaria.
A tres años de su muerte, Cayetana Stuart y Silva, será honrada en su amada Sevilla con una celebración religiosa que incluye la sustitución de la lápida en su tumba, por un monumento que será instalado donde reposan parte de sus cenizas.
Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba, en el concierto de Ainhoa Arteta el 9 de octubre de 2012 en Madrid, España. | Foto: Getty Images
SUS GRANDES AMORES
Rica en acontecimientos, la vida de la duquesa de Alba estuvo rodeada de grandes amores.
Al primero, lo conoció en Sevilla, cuando llegó a España buscando “la libertad” después de pasar parte de su vida entre internados en París y Londres.
"Me enamoré de Pepe Luis Vázquez, ese gran torero, luego amigo mío durante toda la vida, y del que mi padre y las historias de aquellos tiempos me alejaron", declaró en una oportunidad.
Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba, en el tradicional "Garbanzo de Plata", el 4 de mayo de 2010 en Madrid, España. | Foto: Getty Images
Con él, le hubiera gustado casarse, pero su padre intervino y a la fuerza la mandó de regreso a Inglaterra para que olvidara al matador, viviendo así el primer drama de su vida.
Más adelante, se casó con Luis Martínez de Irujo y su segundo matrimonio fue con el cura Jesús Aguirre.
Cumpliendo lo que sería uno de sus últimos sueños, el 5 de abril de 2011 tuvo su boda con Alfonso Díez, su tercer marido. A él lo llamaba "mi compañero", pues la acompañó hasta sus últimos días en esta tierra.
Alfonso Diez, duque de Alba, y Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba, en el estreno de "Misión imposible: Protocolo fantasma", el 12 de diciembre de 2011 en Madrid, España. | Foto: Getty Images
LA PALABRA AMOR
La duquesa de Alba estaba clara en qué era estar enamorada. "He vivido lo suficiente para saber que el amor es lo que mueve el mundo. Si amas, ponte el mundo por montera”.
“Observo a las parejas jóvenes, las de mis nietos o la de mis propios hijos, que no han tenido mucha suerte en el amor. Pienso que una de las razones es que se pierde el misterio, el romanticismo."
Alfonso Diez, duque de Alba, y Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba, en el 25º aniversario de los Premios ELLE, el 30 de junio de 2011 en Madrid, España. | Foto: Getty Images
Cayetana Fitz-James Stuart Silva, XVIII duquesa de Alba de Tormes, cinco veces duquesa, dieciocho veces marquesa, veinte condesa, vizcondesa, condesa-duquesa, condestablesa y catorce veces Grande de España decía que el amor no tiene edad.
"Me he quedado dos veces viuda y la soledad y la tristeza me sumieron en lo más profundo de un pozo (…) El amor no tiene edad," dijo en una oportunidad.
“En más de una ocasión me he preguntado si hay diferencia entre un amor maduro y un amor adolescente. La experiencia me ha enseñado que el amor de una mujer entrada en años es igual de fuerte que el de una jovencita.”
Alfonso Diez, duque de Alba, y Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba, en el concierto de Ainhoa Arteta el 9 de octubre de 2012 en Madrid, España. | Foto: Getty Images
MUJER APASIONADA
Cayetana era una mujer apasionada que aprendió a bailar sevillanas, recibió lecciones de Enrique el Cojo y le gustaba pasear a caballo por el Real de la feria de abril.
Era seguidora de las fiestas taurinas y siempre ocupaba un palco o una barrera en la Maestranza en tarde de toros. Es recordada por todos como una mujer viajera, hippie, disciplinada, pintora. Aunque nació en Madrid, su corazón estaba anclado en Sevilla, la tierra que más amaba en su Madre Patria.
Se casó tres veces y enviudó dos. Fue madre de seis hijos y víctima de cinco abortos. Se convirtió en abuela de nueve nietos, y como dato adicional tuvo una dramática infancia cuando su madre murió de tuberculosis cuando ella tenía 7 años.
Alfonso Diez, duque de Alba, y Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba, después de su ceremonia de boda el 5 de octubre de 2011 en Sevilla, España. | Foto: Getty Images
RUMORES SOBRE SU FORTUNA
Era la aristócrata con más títulos del mundo y el noble más rico de España. Se decía que poseía tanta tierra que podía caminar de un lado del país al otro sin salir de su propiedad.
Las estimaciones para su fortuna son tan altas como € 3.5 mil millones de euros. Se comenta también que tuvo una herencia personal valorada en 1.000 millones de euros que repartió entre sus seis hijos.
El Príncipe Carlos y Cayetana Fitz-James Stuart en una cena de gala benéfica en el Palacio de Buckingham, el 1 de febrero de 2011, en Londres, Inglaterra. | Foto: Getty Images
SOBRE LA VIDA DE LA DUQUESA
Cayetana tenía el pelo blanco rizado, nació en 1926, prestó poca atención a las costumbres sociales represivas, que predominaban en la era de Franco.
Aprendió a hablar cinco idiomas y viajó mucho. Era una mujer fiel a sus ideales y con alma bohemia. Se convirtió en un referente social y recibió varias condecoraciones a lo largo de su vida.
Sus hijos son: Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, Alfonso, Jacobo y Fernando. Por último, nacieron Cayetano y Eugenia.
Alfonso Diez, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, Eugenia Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart y Jacobo Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo en el funeral de la Duquesa de Alba el 21 de noviembre de 2014 en Sevilla, España. | Foto: Getty Images
En 2014 la Duquesa fue ingresada en la UCI tras complicarse una neumonía, derivada de una gastroenteritis que sufría desde hace días.
Sus hijos decidieron sacarla del hospital para que pasara los últimos días con su familia. El 20 de noviembre Cayetana de Alba falleció en Sevilla, en el Palacio de las Dueñas a sus 88 años de edad.
La vida de la familia de la nobleza española ha sido tan interesante, que le han dedicado documentales televisivos, como el conducido por Boris Izaguirre, en el que se habló sobre algunos detalles de la muerte del primer marido de la duquesa.