Meg Ryan: de reina de las comedias románticas a infidelidades y cirugías

El mundo del espectáculo no es un cuento de hadas y la reconocida estrella de Hollywood lo ha vivido en carne propia.

Meg Ryan se convirtió en la reina de las comedias románticas al dejar huella en el mundo del cine con algunos títulos que han trascendido en el tiempo, pero algunas acciones personales y decisiones erradas, le pasaron factura.

La actriz fue señalada de adultera al serle infiel a Dennis Quaid y esa fue su sentencia para que su carrera como actriz comenzara a descender.

LA FAVORITA DE LAS COMEDIAS

Aunque Meg Ryan creció queriendo ser periodista, carrera que hizo en Nueva York, su debut fue a lo grande con Ricas y famosas en 1981, bajo las órdenes de George Cukor.

Así surgió una actriz que no actúa, pero que con formación autodidacta, empírica, natural, sencilla alcanzó el éxito.

Ella flechó al público desde su participación en la telenovela As the world turns, incluso tuvo una participación en Top Gun en 1987, donde conoció al actor Dennis Quaid.

Sin embargo, se consagró como la reina de las comedias, al hacer la película ‘Cuando Harry conoció a Sally’ junto a Bill Cristal. Sobre dicho rodaje, todos recuerdan la escena del restaurante en la que finge un orgasmo, pues es de las más destacadas en ese sentido.

Con las comedias, Meg logró que Hollywood recuperara el encanto por las comedias en los años 90, sin embargo, su descenso sería vertiginoso.

En Hechizo de un beso enamoró a Alec Baldwin, pero no fue muy aceptada, por lo que decidió intentar la revancha con Sintonía de amor, película en la que conquistó al viudo encarnado por Tom Hanks.

VOLVIÓ A SU CAMINO

Luego en ‘Cuando un hombre ama a una mujer’ fue un poco más allá de la comedia romántica, pero volvió a su camino cuando fue la hija de Albert Einstein en ‘Fórmula para amar’.

Sin duda, se creía que nadie tenía la fórmula que ella poseía. Tuvo más producciones taquilleras como ‘Un ángel enamorado’ con Nicholas Cage y ‘Tienes un email’, otra vez con Tom Hanks.

Era un momento en el que brillaba con luz propia, pero como todo lo que sube baja, ella tuvo una ruidosa caída.

Todo ocurrió después de que grabó junto a Russell Crowe en ‘Prueba de vida’. Aunque estaba en el mejor momento de su carrera, la actriz, que estaba casada con Dennis Quaid, tuvo un romance con el histrión australiano.

Esa fue su sentencia. En el mundo del espectáculo, el público condena severamente a las que cometen adulterio.

Todas las películas que hizo después no fueron aceptadas por los espectadores.

SU MATRIMONIO CON QUAID

Meg y Dennis Quaid se casaron el 14 de febrero de 1991, época en la que Ryan tenía una carrera consagrada.

Juntos, formaban la pareja soñada. Él venía del profundo Texas, había triunfado en la meca del cine y su relación con la adorable “chica de al lado” era la versión del sueño americano.

Un año después de su matrimonio, nació Jack y su felicidad estaba completa. Tenían su propia película, mejor que la que cualquier guionista la hubiera hecho.

Era una pareja feliz, o al menos eso mostraban en público. Meg crecía cada vez más como actriz, pero Dennis no vivía lo mismo y eso lo deprimía.

Con Quaid afectado por el éxito de su mujer y sufriendo adicción por la cocaína, la guinda del pastel fue la infidelidad de Ryan con Russel Crowe.

Dicha relación amorosa sacudió los cimientos de la patria hollywoodense. Meg Ryan había cometido adulterio, y la prensa del corazón se encargó que pagara, y con intereses.

Sus siguientes películas fueron un fracaso a pesar de que eran la misma fórmula de otros éxitos de taquilla.

DEL LADO DE QUAID

La prensa se puso del lado de Dennis Quaid y Meg Ryan no tuvo más opción que callar sobre eso y también cuando se corrió la noticia de que Crowe la había dejado.

Nadie señalaba al actor por haber tenido una amante, la señalaban a ella por haberse convertido en adultera.

Después de eso, sus apariciones fueron cada vez más esporádicas y solo conseguía algunos papeles secundarios.

EL GUSTO POR LAS CIRUGÍAS

Pero los escándalos de Meg no quedaban en su infidelidad. Cuando comenzó a tomarle el gusto a las cirugías, ella no dejaba de aparecer en los diarios porque todos veían que aquella linda actriz, se estaba transformando en una desconocida.

La primera vez que se aplicó un retoque fue en 2002, pero la sacudida llegó en 2015, en la semana de la alta costura de París. La prensa y el público volvieron a escandalizarse y desde entonces, cada aparición pública se volvió meme.

De hecho, se puede destacar, que en 17 años Meg Ryan ha sufrido una especia de metamorfosis cortesía del bisturí.

Todos se fijan en que no tiene el mismo rostro de la mujer que fingió ante Billy Cristal el mejor de los orgasmos.

Un poquito de labio por allí, un pómulo bien marcado por allá, una infiltración de botox de vez en cuando… Ryan, según la prensa, dejó de ser la preciosa criatura que enamoró a todos en ‘Tienes un email’ y pasó a ser alguien que resulta ajena a sus seguidores.

Ha cambiado tanto, que a muchos les cuesta reconocerla.

RETOMANDO EL RUMBO

Buscando saldar las deudas del pasado, Meg Ryan se estrenó como directora de Ithaca, donde trabajó con Tom Hanks y su hijo, Jack.

Poco a poco, el tiempo se encargó de poner las cosas en su lugar y Meg Ryan se libró de sus pecados, y aunque quizá fue muy tarde, ella logró retomar su rumbo desde otra perspectiva.

En cuanto a su vida personal reciente, a finales de 2018, anunció la ruptura de su compromiso con John Mellencamp. Los que fueron pareja por al menos 8 años, decidieron continuar sus caminos por separado.

En la fiesta de los Oscar de Cinemoi a favor de Children Uniting Nations en Beverly Hills, Dennis Quaid dio su opinión sobre la relación que su exesposa tuvo con John Mellencamp. Conoce los detalles aquí.