Andrés Caparrós aconseja a Rocío Carrasco: '¡Acude a la llamada de tu hija!'
Caparrós considera que Antonio David lo está haciendo maravillosamente con su hija y le dice que la relación entre su hija y Rocío Carrasco recuperará con el tiempo.
"Paciencia, la buena disposición y sobre todo, lo que el amor impone: el perdón", fueron las palabras que el periodista dedicó a Antonio David Flores y a su hija Rocío, con respecto a la fracturada relación que la joven mantiene con su madre, quien se niega a responderle las llamadas.
SABIAS PALABRAS
Andrés Caparrós apareció en el set de "Sálvame" para sorprender a su hijo, Alonso; quien al verlo lo abrazó con tanta emotividad que conmovió a todo el set, demostrando que han puesto como prioridad el amor padre e hijo.
Aprovechando la reconciliación entre el colaborador y su progenitor, Paz Padilla pidió un consejo para la hija del ex guardia civil, que estando presente en el set, recibió el visto bueno de Caparrós padre, quien admitió que cuando habla de la situación, recuerda mucho a su amiga, la difunta Rocío Jurado.
UN MENSAJE PARA CARRASCO
"Cuando veo todo esto y lo difícil que es, me acuerdo mucho de ella por lo que estaría sufriendo con todo esto. Tenerla presente puede servir para respetar su memoria y hacer todo lo posible por que esto se arregle", declaró el locutor.
Usando el ambiente conciliador que reinaba en el programa, el también presentador se ahorró palabras y sin dar más rodeos miró a la cámara y le dijo directamente a Carrasco un mensaje que todos esperan que tome en cuenta: "¡Déjate de todo ya y acude a la llamada de tu hija!".
Y lo dice por experiencia propia, pues durante años él y Alonso estuvieron distanciados a causa de las adicciones que afortunadamente ahora el colaborador de "Sálvame" pudo superar con éxito, logrando no solo el bienestar físico, sino también el emocional, lo cual se hizo evidente en la actitud que mantuvo ante su padre.
Lleno de consejos y palabras cariñosas, Andrés llenó el plató de emociones que terminó canalizando con una canción a petición de su hijo, quien no podía parar de admirar, abrazar y besar a su padre, demostrando que el amor siempre se impondrá a la adversidad.