La asombrosa vida de la infanta Doña Pilar: mujer fuerte y "alma" de la familia real

Ser parte de una familia real no es cualquier cosa; demás de gozar de muchos privilegios, el vínculo acarrea responsabilidades que pueden hacer de tu vida, una existencia magnifica o aterradora.

Por fortuna, la infanta Doña Pilar tuvo una interesante vida que seguramente pocos conocen, pero que a continuación revelaremos muchos detalles que nutrirán tus conocimientos.

María del Pilar Alfonsa Juana Victoria Luisa Ignacia de Todos los Santos de Borbón y Borbón, nació el 30 de julio de 1936 en Cannes, justo a los doce días del comienzo de la guerra civil española. Siempre defendió los derechos de la dinastía de su padre.

DIGNA REPRESENTANTE

Orgullosa de su título noble, Doña Pilar, en representación de sus padres a los que no se les permitió asistir, estuvo presente en la juramentación de su hermano Don Juan Carlos en la Academia General de Zaragoza.

Con un carácter fuerte que mostró desde temprana edad, Pilar de Borbón era considerada una mujer amable, sencilla y sincera. Pero a veces, también pecaba de soberbia y cometía algunas “metiditas de patas” de las que el Palacio de Zarzuela tendría que librarse.

Con un aspecto bastante natural, pues no le gustaba maquillarse, a la joven Pilar le llegó el momento de casarse y su abuela, la Reina Victoria Eugenia, fue la encargada de buscarle el marido.

ACUDIÓ A LA CITA

A la cita pautada por la Reina, Pilar se fue a conocer, en compañía de una amiga, a Balduino de Bélgica. Sin embargo, aunque a su madre le gustó el pretendiente como marido para su hija, a don Juan de Borbón no.

Él estaba seguro de que dicho hombre no haría feliz a su hija. Y ciertamente, ella tenía otros planes.

Más adelante, escogió al hombre de su vida: Luis Gómez Acebo, un abogado de Madrid, decendiente de los fundadores del Banco de Bulgaria.

A él, Don Juan de Borbón le concedió el título de duque de Badajoz para él y doña Pilar, aunque no podían heredarlo ninguno de sus hijos.

Los duques se casaron en el Monasterio de los Jerónimos, en Lisboa el 5 de mayo de 1957 y tuvieron cinco hijos: Simoneta, Juan, Bruno, Beltrán y Fernando. La Infanta se ocupó de su educación.

NO PODÍA SER LA SUCESORA

En vista de que el matrimonio de su hija fue morganático, no había obligación de que Doña Pilar fuera la sucesora en la Casa Real.

A ella le pareció bien quedar apartada de dicha sucesión real o por lo menos nunca mostró públicamente algún descontento.

A pesar de su vida tranquila e incluso a veces solitaria, lo que movió su paz fue la enfermedad de su marido.

Un cáncer linfático le quitó la vida al banquero el 3 de marzo de 1991, pero antes de su muerte, Doña Pilar se dedicó por completo a los cuidados de su amado esposo.

La enfermedad trajo consigo, graves problemas económicos a su familia. Fueron algunos honorarios, los que medio emparejaron la crisis financiera en su hogar.

NUEVO FUTURO

Después de superar los contratiempos que la agobiaban, Pilar de Borbón pudo dedicarse a Nuevo Futuro, organización que se ocupa de niños desamparados.

Cada año, dicha institución recauda fondos para llevar a cabo obras de caridad y Pilar organizaba muchos de ellos junto a otras damas. Poco le importaba su título noble, al tener que ponerse un mandil y despachar bebidas y comidas para conseguir el dinero necesario para ayudar a los necesitados.

Pilar de Borbón, aunque creció en el exilio, lejos de su país, siempre se consideró española y llevaba con mucho orgullo sus raíces.

SU MÁS GRANDE LUCHA

Fue un cáncer de colon la que la llevó a emprender su más grande lucha. A principios de 2019, Pilar fue diagnosticada. Sumado a dicho problema de salud, se le interponía sus dificultades de movilidad.

Aunque en ocasiones se veía cansada, siempre dio lo mejor de sí para buscar terminar con el cáncer que se cruzó en su camino, pero casi con el año nuevo, este ocho de enero, luego de haber pasado ingresada tres días en el Hospital Ruber de Madrid por una bronquitis, su condición se complicó y falleció a los 83 años de edad.

Pero no cabe duda de que la infanta Pilar tuvo una gran vida, y aunque hubo algunos tropiezos, experimentó grandes satisfacciones.

Sus hijos y familiares la acompañaron en sus últimos momentos. Para conocer más detalles de los últimos días de la infanta, entra aquí.