Elena, la madre de Adara, se culpa de la mala relación de sus hijos
La concursante del programa de supervivencia confesó entre lágrimas que sueña con ver tomados de la mano a Adara y a Aitor.
Parece que el estilo de vida "Supervivientes" está comenzando a surtir su efecto en Elena, quien recientemente reconoció algunos puntos bajos en su vida tras una discusión con Cristian Suescun. La madre de Adara Molinero abrió su corazón en la isla hondureña y confesó que se siente culpable por la mala relación que mantienen sus hijos entre sí.
HERMANOS ENFRENTADOS
Elena Rodríguez sacó a la luz uno de sus más grandes tormentos, la separación de Adara y Aitor. En una conversación emotiva a José Antonio Avilés, la madre soltera compartió su arrepentimiento por no haber pasado suficiente tiempo con sus hijos, pues considera que de haber estado ahí ellos seguirían en contacto.
"No paraba de trabajar, de cocinar… es algo de lo que me arrepiento mucho, no haber pasado tiempo con ellos. Me equivoqué", compartió Elena entre lágrimas.
SE CULPA POR LA DESCONEXIÓN DE SUS HIJOS
Para la deportista, haber ejercido con mayor devoción su rol de madre habría impedido que Aitor y Adara llegaran a este punto, que según ella es irreconciliable.
"La culpa ha sido mía. En vez de trabajar tanto tenía que haberme tirado al suelo a jugar con ellos. Ha llegado un punto que no puedo ni hablar con ellos, decirles que lo arreglen", exclamó Rodríguez.
SU MÁS GRANDE ANHELO
Elena además acotó su renuencia a que lleguen las navidades, pues hasta ahora es improbable que los hermanos se pongan de acuerdo para coincidir con su ella, quien a pesar de lo mal que ve el panorama, no pierde la esperanza de verlos juntos y tomados de la mano esperando por ella cuando concluya su paso por el concurso.
"Tengo la esperanza de que cuando llegue al plató encontrármelos de la mano", confesó la participante.
ABOGANDO POR LA PAZ
Recientemente, la superviviente también aprovechó su buena vibra para reconciliarse con su exyerno, Hugo Sierra, el cual le prometió que haría lo mejor para el bienestar del niño que trajo al mundo con Molinero; con el fin de sentar entre ambos una tregua cuya duración es totalmente incierta.