Tamara Falcó, devastada, da el último adiós a su padre el Marqués de Griñón
El pasado 20 de marzo los médicos confirmaban la mala noticia a la familia Falcó: Carlos Falcó, el marqués de Griñón, fallecía víctima del coronavirus a sus 83 años. Este miércoles su hija Tamara, junto con dos de sus hermanos, Manuel y Xandra, se despidieron de él en el crematorio.
Su hija mayor, Xandra (hija del primer matrimonio del marqués con Jeannine Girod), fue quien acercó el 15 de marzo a Carlos Falcó a la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, en donde quedó internado.
Cuatro días más tarde, era enviado a la Unidad de Cuidados Intensivos. Pasó el día del padre internado y en grave estado, aislado de sus seres queridos que tenían prohibido acercarse, en el marco de las medidas para evitar la difusión de la contagiosa enfermedad.
El día 20, sin sospechar la gravedad de la situación, Tamara escribía en su Instagram un bello saludo para él, confiada en que pese a no tener cuenta en la red social su padre siempre estaba al tanto de lo que ella publicaba allí.
Le decía allí: “que sepas que te quiero y eres el mejor Padre que jamás podría desear”, junto con una tierna foto de su infancia. Horas después le llegaría la terrible noticia: su padre había fallecido.
Así como no permitió que su familia estuviera junto a él en sus últimos días, la enfermedad también lo aisló durante su último adiós. La familia no pudo realizar un servicio fúnebre con las pompas habituales.
Cinco minutos: es todo lo que tuvo la familia para decir adiós en el crematorio Sur de Madrid, guardando la distancia, y con medidas de precaución como barbijos y guantes. Sólo pudieron asistir Tamara y dos de sus cuatro hermanos paternos, Manuel y Xandra.
Tamara resaltó el apoyo de su madre, con quien comparte la cuarentena, y su fe en Dios como su consuelo en esta difícil circunstancia.
En su última publicación de Instagram, también agradeció al personal de salud de parte de la familia, por los cuidados prodigados a su difunto padre durante sus últimos días:
“En especial, nos gustaría agradecer a los médicos, sanitarios de la Fundación Jiménez Díaz y del grupo Quirón, la atención y cuidados que recibió nuestro padre desde que ingresó hasta su fallecimiento.”
Por su parte, Esther Doña no pudo ir a la triste y apresurada ceremonia: la cuarta esposa del difunto también se contagió el coronavirus, por lo que permanece recluida y aislada en el palacio El Rincón de Aldea del Fresno, en las cercanías de Madrid.