Paula Echevarría habla con su hija sobre el coronavirus: 'Tuve que explicarle que no es broma'
Paula Echevarría visitó El Hormiguero 3.0: Quédate en casa por videoconferencia, y habló de la vida familiar en cuarentena. Contó cómo lo lleva Daniella Bustamante, su hija de 11 años, y la rutina que establecieron con ella y con Miguel Torres, su novio.
La actriz y modelo lleva con bastante gracia su rol de madre en el aislamiento. Ha debido explicarle a su hija de 11 años, que al principio de la cuarentena se sentía desorientada, el alcance y la gravedad de la situación.
“Tuve que explicarle que no era ninguna broma”, contó, “que era algo muy gordo a nivel mundial, y que no era una etapa que estamos pasando así diferente, que estamos todos en casa y tal”.
Además de no esconder la seriedad de lo que está pasando, también le ha dado la información necesaria para protegerla: “he tenido que explicarle del cuidado que había que tener”.
Explicó además que tanto ella como su hija mantienen a diario videollamadas con sus amistades, para que el aislamiento físico no corte la vida social que tienen fuera de su familia.
Daniella, dice su madre, “necesita tener su vida social aunque estemos encerrados en casa y creo que tampoco es bueno quitarle eso”.
El riesgo del aburrimiento y de la sensación de impotencia que trae aparejado acecha, y esta familia ha decidido combatirlo. Paula, Miguel y Daniella procuran “hacer cosas todo el tiempo” para sacar el mayor jugo posible a los días de aislamiento.
La rutina para organizar el tiempo de la niña de la casa es clara: “tiene sus horas de estudio al día, su momento de televisión, su momento de hablar con los amigos, su momento de estar en familia y de jugar a algo”.
La famosa tiene en claro que poder gozar de estos días de aislamiento no es un lujo que pueda darse todo el mundo, en un contexto en el que muchos profesionales y trabajadores de servicios esenciales deben exponerse todos los días para mantener a todos a salvo.
“Tengo el privilegio de poder quedarme en mi casa”, señaló, y nombró los casos de su hermano y su cuñado, que no pueden decir lo mismo.
Así que intenta sacar el mayor rédito posible del tiempo en casa, y está poniéndose al día con series, películas y lecturas a las que no encontraba tiempo para dedicarse. Y además le queda espacio para entrenar dos veces al día para mantener el estado físico.
Sin embargo, el encierro también propicia conductas menos saludables que la cultura y el entrenamiento: “estoy comiendo por cuatro”, admitió.