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Belén Esteban lleva 12 días separada de su esposo, Miguel, por el coronavirus

Guadalupe Campos
02 abr 2020
14:00

Esta cuarentena es especialmente difícil para Belén Esteban, porque debe pasarla lejos de su marido. Si bien ninguno de los dos está infectado con COVID-19, él tiene contacto cotidiano con enfermos de coronavirus, y ella una condición de alto riesgo.

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Desde mediados de marzo, Belén se encuentra recluida. Pese a que los trabajadores de medios de comunicación tienen permitido continuar yendo a sus puestos de trabajo presencialmente durante la cuarentena, ella representa un caso especial.

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El caso es que ella padece de diabetes, lo que la sitúa entre las personas con alto riesgo frente a la enfermedad. Adultos mayores, hipertensos, pacientes cardíacos y diabéticos están listados por la OMS entre aquellos que tienen un mayor riesgo de desarrollar un caso grave de COVID-19.

Por este motivo, su participación en el programa ha sido remota en estos días: ha compartido recetas con “Sálvame” desde la cocina de su casa. Y ha sido en este segmento que ha revelado la situación en la que se encuentra: no puede convivir con su marido Miguel.

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Antes de comenzar con su receta, Belén quiso enviar “Un beso muy fuerte a mi marido, que me casaría con él mil veces más, y a todos sus compañeros de Paracuellos, a la guardia civil y a la policía”.

“Por un lado, tengo un problema de diabetes, por tanto soy de alto riesgo, y, por otro, mi marido es técnico sanitario. Son dos factores importantes”, explicó.

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Es que Miguel trabaja como conductor de ambulancias, y por este motivo está en contacto cotidiano con pacientes que padecen COVID-19. Con el fin de disminuir el riesgo para ella, la pareja ha decidido que pasará la cuarentena separada.

“Mi marido Miguel se ha tenido que ir a su piso hace doce días. Gracias a Dios que lo tiene”, contó. Sólo se ven cuando él la visita para llevarle lo que necesite desde el exterior, dado que ella no puede salir. Y aún así, esas visitas tampoco permiten ninguna clase de intimidad o contacto:

“Yo me quedo en el porche y él en la puerta, nos vemos así, a distancia”.

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La colaboradora aclaró que ni Miguel ni sus compañeros se encuentran contagiados, de momento. Y que no se encuentra sola, dado que tiene con ella a su hija, Andrea Janeiro, que le hace compañía.

Dada la cercanía con los casos, es frecuente que para proteger a sus seres queridos el personal sanitario deba reducir el contacto con ellos, aislarse y dejar de recibir el abrazo de sus hijos. Es parte de lo mucho que dan por todos nosotros.

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