Belén Esteban lleva 12 días separada de su esposo, Miguel, por el coronavirus
Esta cuarentena es especialmente difícil para Belén Esteban, porque debe pasarla lejos de su marido. Si bien ninguno de los dos está infectado con COVID-19, él tiene contacto cotidiano con enfermos de coronavirus, y ella una condición de alto riesgo.
Desde mediados de marzo, Belén se encuentra recluida. Pese a que los trabajadores de medios de comunicación tienen permitido continuar yendo a sus puestos de trabajo presencialmente durante la cuarentena, ella representa un caso especial.
El caso es que ella padece de diabetes, lo que la sitúa entre las personas con alto riesgo frente a la enfermedad. Adultos mayores, hipertensos, pacientes cardíacos y diabéticos están listados por la OMS entre aquellos que tienen un mayor riesgo de desarrollar un caso grave de COVID-19.
Por este motivo, su participación en el programa ha sido remota en estos días: ha compartido recetas con “Sálvame” desde la cocina de su casa. Y ha sido en este segmento que ha revelado la situación en la que se encuentra: no puede convivir con su marido Miguel.
Antes de comenzar con su receta, Belén quiso enviar “Un beso muy fuerte a mi marido, que me casaría con él mil veces más, y a todos sus compañeros de Paracuellos, a la guardia civil y a la policía”.
“Por un lado, tengo un problema de diabetes, por tanto soy de alto riesgo, y, por otro, mi marido es técnico sanitario. Son dos factores importantes”, explicó.
Es que Miguel trabaja como conductor de ambulancias, y por este motivo está en contacto cotidiano con pacientes que padecen COVID-19. Con el fin de disminuir el riesgo para ella, la pareja ha decidido que pasará la cuarentena separada.
“Mi marido Miguel se ha tenido que ir a su piso hace doce días. Gracias a Dios que lo tiene”, contó. Sólo se ven cuando él la visita para llevarle lo que necesite desde el exterior, dado que ella no puede salir. Y aún así, esas visitas tampoco permiten ninguna clase de intimidad o contacto:
“Yo me quedo en el porche y él en la puerta, nos vemos así, a distancia”.
La colaboradora aclaró que ni Miguel ni sus compañeros se encuentran contagiados, de momento. Y que no se encuentra sola, dado que tiene con ella a su hija, Andrea Janeiro, que le hace compañía.
Dada la cercanía con los casos, es frecuente que para proteger a sus seres queridos el personal sanitario deba reducir el contacto con ellos, aislarse y dejar de recibir el abrazo de sus hijos. Es parte de lo mucho que dan por todos nosotros.