Un mexicano regala comida de su local para ayudar a quienes lo necesiten durante la crisis
José Manuel Vázquez es dueño del local "Calditacos", ubicado en la calle Zaragoza en el centro de Villahermosa, Tabasco. Desde allí ha decidido ayudar en la medida de sus posibilidades a paliar el hambre de quienes más sufren la crisis.
Don José lleva más de 30 años trabajando en el centro histórico de Villahermosa, y conoce muy bien a los vendedores ambulantes de la zona. Así es como ha notado cómo vendedores ambulantes, franeleros y otras personas que se dedican al comercio informal han ido perdiendo sus fuentes de ingresos.
José Manuel Vázquez habla con la prensa. | Foto: Facebook/Azteca Noticias
“Vi cómo poco a poco se fueron quedando sin ingresos”, contó don José a Azteca Noticias. Tras debatirlo en su hogar, él y los suyos llegaron a un acuerdo: “Con mi familia decidimos ayudar hasta donde podamos”.
“Los boleros, franeleros o la gente que vende dulces en la calle son mis amigos. Ahora, por la contingencia se les viene el mundo encima, no hay venta, así que decidimos ayudar a estas personas con algo de comida”, contó en entrevista al Diario de Colima.
El exterior de "Calditacos", el negocio de don José. | Foto: Facebook/Azteca Noticias
También explicó a este medio que no es que le sobre el dinero, sino que siente la obligación moral de ayudar en este momento tan difícil que afrontan los mexicanos:
“Nosotros somos clase media baja, también tenemos problemas de dinero, de renta, pero nadie es tan pobre que no pueda regalarle un plato de comida al que tiene hambre”, declaró.
Las marcas para determinar las distancias en la puerta de la taquería de don José. | Foto: Facebook/Azteca Noticias
Hace apenas siete meses abrió su negocio actual, en el que vende carnitas. Dada la situación actual, todos los días dedica una franja horaria a dar alimento a quien lo necesita y no puede pagarlo. Al principio eran pocas personas, pero pronto se generó una hilera de comensales.
Para mantener las normas requeridas por las autoridades sanitarias, él y sus empleados han colocado marcas en el suelo que determinan la organización de la fila y mantienen la distancia requerida.
“No queremos violentar ninguna norma para que de esta manera nos permitan seguir ayudando a las personas que no tienen un plato de comida al día de hoy, que nosotros lo damos con mucho gusto”, declaró don José a Azteca Noticias.
Ciertamente, el buen corazón y la iniciativa de personas como don José se hacen muy necesarias en estas circunstancias, en las que sólo la colaboración y los esfuerzos de todos pueden sacar al mundo adelante en la pandemia.