Historia de una enfermera y la paciente que perdió por COVID-19: 'Le dije que todo saldría bien'
Fátima es enfermera, está en la primera línea de la batalla contra el COVID-19, y escribe sobre sus experiencias para desahogarse. Conversó con Joaquín Prat en “Cuatro al Día”, y contó su realidad.
Como medida de prevención, para minimizar el contacto con el exterior y las posibilidades de contagio, Fátima reside momentáneamente en un hotel. Sin embargo, se queda poco tiempo allí.
Fátima en conversación con Joaquín Prat, en "Cuatro al día". | Foto: Cuatro
Esto es porque se apuntó como voluntaria en su hospital en los turnos extra establecidos para atender pacientes y contener la crisis del COVID-19. Sus horarios laborales son mucho más prolongados que los habituales.
“Trabajamos 50 horas a la semana”, reveló. “Yo me ofrecí de voluntaria porque necesito estar allí.”
Una enfermera se acomoda el tapabocas. | Foto: Freepik
Es que volver a su hotel a estar cruzada de brazos mientras es necesaria en otro sitio no le resulta lógico. El esfuerzo, sin embargo, la agota física y emocionalmente. Lo primero es evidente en su rostro cansado y las ojeras.
Para poder lidiar con lo segundo, recurrió a su faceta creativa. La escritura es habitualmente su pasatiempo, y en estos tiempos difíciles se ha convertido en su refugio y su descarga.
Fátima lee su historia en "Cuatro al día". | Foto: Cuatro
“Me gusta escribir. No es nada interesante, simplemente es lo que las emociones me llaman que haga”, dijo a Prat.
Leyó entonces una de sus crónicas, que trata sobre la dificultad de ser enfermera en medio de una pandemia. Es que las enfermeras no sólo deben lidiar con largos turnos, sino con muchas otras dificultades: por una parte, corren el riesgo de contagiarse.
Enfermero y enfermera con cofia y tapabocas miran a la cámara. | Foto: Freepik
Por otra, están en contacto con pacientes que también tienen miedo y ansiedad, y que pueden incluso poner en riesgo al personal de salud y a otros pacientes por ello. Sobre todo, deben enfrentarse con la descorazonadora sensación al momento de fallar y perder una batalla contra la enfermedad. De eso trata la historia que narró.
“Ayer en mi turno de la vida y la muerte comprobé cómo la vida y la muerte se miran a los ojos”, comenzó.
Enfermera agotada se lleva las manos a la cofia. | Foto: Freepik
Comenzó contando lo que se vive en un hospital en estos tiempos. Y contó la difícil experiencia del contacto diario con la muerte:
“No encuentro ningún sentido a todo lo que vivimos. A otra mujer le di la mano antes de administrar la medicación para que un ventilador respirara por ella. Le dije 'todo va a salir bien', y le fallé, la muerte volvió a ganar. Salí a la calle, a gritar, llorar”.
Fátima cuenta su historia en "Cuatro al día". | Foto: Cuatro
Esta es la otra cara de la pandemia, y del personal sanitario al que muchos apoyan, en tantos lugares del mundo, con aplausos y muestras de apoyo colectivo. Personas que luchan todos los días contra una realidad que los excede. Con la expectativa de vencer y recuperar la normalidad suspendida.