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Un enfermero padre de 13 hijos da positivo en COVID-19 y habla de su cuarentena familiar

Fabricio Ojeda
29 abr 2020
00:40

El coronavirus ha llenado de tristeza a millones de familias alrededor del mundo por el distanciamiento social y las muertes. Además, para los profesionales de la salud las medidas de prevención para proteger a los suyos han sido mucho más duras.

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En Escocia, una familia bastante conocida por ser de las más numerosas del país ha tenido que tomar serias precauciones cuando se decretó la cuarentena en el Reino Unido ante la pandemia del coronavirus.

Se trata del hogar de Roy y Emma Hann en la ciudad de Dundee. La pareja tiene 13 hijos, de los cuales 10 viven con ellos en la misma casa.

Desde el mismo día en que se anunció el confinamiento en el país europeo perteneciente al Reino Unido, el enfermero y su esposa dispusieron rutinas para sus hijos a fin de conservar el orden en casa y también la calma, según reportó BBC Mundo.

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La familia Hann ha intentado mantener cierta normalidad dentro de la situación. Lograrlo no es del todo sencillo. La tranquilidad que habían logrado se esfumó por completo esta semana.

Roy, el padre de la familia y también enfermero, ha dado positivo a las pruebas del COVID-19. "Llevo unos días y tengo síntomas muy leves", reveló el profesional de la salud que trabaja en el Hospital de Ninewells, en Tayside, Escocia. Y Roy está muy sorprendido por el resultado.

No es la única condición de salud para el enfermero de 50 años, que también es paciente de diabetes tipo 2. En medio de todo, el no poder trabajar es lo que le preocupa bastante. No estar allí para atender a los pacientes.

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"Estoy rodeado de muchos pacientes con coronavirus, pero llevo el equipo de protección y somos muy activos a la hora de hacer pruebas en nuestro hospital. Tanto es así que ahora figuramos como un 'punto caliente'", detalló.

Pero el lado positivo es que Roy puede estar más tiempo con sus hijos y además ayudar a su esposa, quien es dueña de una cafetería y lo tenía nada sencillo con 13 hijos cuyas edades van desde los 5 hasta los 28 años. En la cocina se llegan a acumular cada semana 50 botellas de leche, 21 panes y cinco cajas grandes de cereales.

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Mientras el enfermero contaba su experiencia, Emma detalló cómo ha sido para ella. Admite que el hecho de ser una familia tan grande ha hecho más difícil la cuarentena. Incluso ir a la tienda solo por tres productos les hace exponerse más.

Comprar alimentos para toda su familia implica salidas constantes a la tienda, pues no cabe duda de que son un grupo numeroso que requiere más insumos.

Roy admite que está bien, pues los síntomas no han sido fuertes. Incluso dice que son síntomas con los que normalmente habría ido a trabajar y reflexionó sobre las personas que probablemente se han contagiado y ni siquiera lo saben.

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"Es en eso que necesitamos pensar. Yo no me hubiese hecho la prueba si no fuese un trabajador del Sistema Nacional de Salud”, citó The Sun.

A pesar de lo que viven, y las dificultades que pueda esto implicar, agradecen estar juntos e incluso más unidos que antes. La familia por ello se considera muy afortunada.

Realmente no son los únicos. También creen que tienen mucha suerte Elena y Paul, una pareja que se ha quedado en su barco durante la cuarentena.

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Paul tiene 27 años y es un venezolano que se dedica a la reparación y mantenimiento de embarcaciones. Elena, de 33, es una española instructora de buceo y su época de trabajo es usualmente el verano. Ambos son unos completos enamorados del mar.

Tanto así que planean viajar por el mundo a bordo de su velero y es precisamente allí donde se han quedado encerrados durante el distanciamiento social.

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La pareja pasa la cuarentena reparando su propia embarcación, una actividad que les ha resultado no solo productiva sino que les mantiene bastante ocupados.

“Si no llueve podemos salir, estar tomando el sol y hay mucho silencio. Solo se oye el sonido del mar y las gaviotas. Somos afortunados”, comentaron sobre su estadía dentro de la embarcación en la marina Club de Regatas de Cartagena, España.

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