Rocío Flores comparte su mayor deseo después del final de 'Supervivientes'
Solo quedan cinco participantes en “Supervivientes 2020”, y se despiden de los Cayos Cochinos desde sus lugares favoritos. Allí, Rocío expresó su determinación a solidarizar sus relaciones familiares.
Aunque nunca fue de las favoritas para llegar a la final, la hija de Antonio David Flores ha logrado quedarse hasta el último día en Honduras, y en su paso por la isla ha mostrado gran crecimiento emocional.
"A pesar del dolor siempre hay que aprender a dejar todo atrás y a empezar de cero. He podido reflexionar y a partir de ahora quiero que cambien muchas cosas respecto a mi familia", dijo con nostalgia la hija de Rocío Carrasco.
Los cinco supervivientes abandonan la isla donde han hecho vida durante tres meses, y cada uno tuvo la oportunidad de ir a su lugar favorito de Cayos Cochinos y reflexionar sobre su experiencia.
Para Rocío, su lugar es en un árbol de Cabeza de León ubicado en un promontorio de rocas cerca del mar, donde la joven tuvo la oportunidad de aprender a pescar y además pasaba mucho de su tiempo.
Su tránsito en Honduras no fue nada sencillo para Rocío. Llegó cargada de temores e inseguridades, y con mucho dolor interno que de a poco ha ido soltando y descubriendo el camino para su sanación espiritual.
"Lo más importante es la unión familiar y eso conlleva retomar relaciones que a día de hoy no tengo y básicamente es tener a mi familia conmigo, estar tranquilos y bien. Basta de guerras”, dijo Rocío.
Como parte de las actividades de despedida, el grupo escribió sus deseos en un trozo de papel y luego los quemaron en la hoguera. El deseo de Rocío estuvo dirigido a toda su familia y no solo a su madre, quien ha sido la gran protagonista de muchas de sus crisis emocionales en estos meses.
“Nunca he deseado tanto algo como esto que he lanzado al fuego y espero que Supervivientes cumpla mi deseo", comentó Flores sobre lo que hay en su corazón.
En el estudio de televisión, tanto su padre como su tía Gloria Camila se han sentido muy conmovidos por el cambio que ha experimentado Rocío, su madurez y la fuerza que ahora irradia, y solo esperan que su madre también esté dispuesta a poner de su parte en el futuro.