Chiste del día: Una pareja va a terapia tras 20 años de casados

Nada mejor que una buena carcajada para amenizar la jornada. Sigue leyendo y encontrarás una buena dosis de humor.

Muchas veces la vida en pareja supone situaciones que requieren el apoyo de profesionales en el tema para salir adelante en la relación. El matrimonio de esta historia tenía muy claro este punto y sin dudarlo buscaron asesoría de un psicólogo para resolver los problemas que se vinieron acumulando en más de dos décadas casados.

UNA LARGA LISTA

Durante una terapia de pareja, una mujer y su marido desde hace 20 años plantearon a su terapeuta una serie de factores que habían estado afectando la relación durante todo ese tiempo. Buscando una solución efectiva, la esposa no dudó en apuntar detalladamente en una lista todas las carencias que ha estado sintiendo.

Fue así como la acongojada mujer comenzó a leer la hoja frente al psicólogo y a la mirada desdichada, de su esposo: "Poca atención. Falta de intimidad. Falta de comunicación. Vacío. Soledad. No sentirse valorada. No sentirse amada. No sentirse deseada, etc., etc., etc", recitó la paciente.

TERAPIA DE VANGUARDIA

Al entender la situación, el psicólogo se puso de pie y lentamente se acercó a hasta la mujer. Frente a ella la hizo levantar para abrazarla, lo que pasó a continuación es más que inesperado.

Con la pasión de un galán de telenovelas, el terapeuta comenzó a besar a su paciente hasta recostarla en el diván y hacerle el amor con su marido presente, quien, sin saber cómo reaccionar, observó toda la escena totalmente estupefacto.

LA SOLUCIÓN DEL TERAPÉUTA

Cuando el candente y extraño momento termina, el psicólogo vuelve a su silla, la mujer se pone la ropa, se acomodó el cabello y sorprendida, aturdida, pero satisfecha, volvió a su lugar en el diván y es cuando el doctor le explicó al esposo la solución al problema:

“Esto es lo que su esposa necesita, al menos tres veces por semana. ¿Cree que pueda?", le preguntó con tono profesional.

TODO ES CUESTIÓN DE DISPOSICIÓN

Al escuchar las instrucciones del terapéuta, el hombre se quedó pensando con esmero y antes de que pasaran un par de segundos respondió:

"Yo la puedo traer los lunes, pero los miércoles y viernes… ¡Tengo fútbol!", zanjó el marido dejando claro que todo es cuestión de disposición.

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Fuente: Chistes geniales.