Chiste del día: una familia trata de cumplir el último deseo del padre fallecido
En medio del estrés, la mejor manera para relajarse es través de las risas. Es por eso que el día de hoy te traemos un chiste que demuestra que incluso en las desgracias debemos reír un rato.
Para conservar el buen humor nunca está de más una hilarante carcajada. Continúa leyendo para recargar tu dosis diaria de humor.
En una adinerada y vetusta familia, el patriarca cayó gravemente enfermo. La familia entera mostró suma preocupación y diligencia, al menos en apariencia, por la duración de la enfermedad.
Llamaron a los mejores médicos, pagando millones para traerlos en vuelos de primera clase. También gastaron pequeñas fortunas en medicamentos, tratamientos y terapias alternativas, pero a fin de cuentas nada funcionó. Eventualmente, el padre de familia perdió la batalla ante su padecimiento.
Tras el trágico fallecimiento, el abogado del difunto se presentó en la residencia familia. Produjo un documento que llevaba en su maletín, y explicó que estaba allí para asegurarse que la última voluntad del padre fuese cumplida.
El abogado explicó a los dolientes que el difunto tenía fuertes creencias de que existe otra vida después de la muerte. Es por que el patriarca de la familia quería ser enterrado con todo el dinero que pudiese necesitar.
Ante la petición del fallecido, el hijo mayor expresó que la suma de 5 millones de euros sería más que suficiente para que su padre se diera la buena vida en la otra vida.
Poco después, el hijo menor consideró que la suma mencionada por su hermano era muy exorbitante, por lo que propuso que enterraran a su progenitor con tan solo un millón.
Ante el indignante regateo entre los futuros herederos, la viuda interrumpió la inoportuna negociación y de forma resolutiva declaró:
"¡Basta ya! Vuestro padre no merece estos regateos. Se le enterrará con la tarjeta de crédito, y que él gaste cuanto quiera", concluyó la dama.
Otra anécdota que te sacara una buena carcajada es la de una mujer que fallece tras sufrir un infarto, y en su momento de llegar al cielo, la señora mantuvo una curiosa conversación con Dios.
Fuente: 1000 chistes.