Okupa denuncia a la dueña de la casa por "atentar contra su imagen y honor"
El movimiento "okupa" se ve en todo el mundo. Estas personas se encargan de propugnar la ocupación de viviendas o locales deshabitados y se saben todos los trucos para no ser desalojados.
Lourdes Veiga, de Badalona (Barcelona), está viviendo en carne propia este movimiento social radical. Desde 2017, una señora irrumpió en su casa y de allí nadie ha podido sacarla. Y es que según la policía, es una profesional de la ocupación que siempre logra quedarse lo más que puede en todos los domicilios que entra.
Lo más insólito es que la usurpadora ha denunciado a Veiga por “atentar contra su imagen y honor” después de que la propietaria reclamara lo que por derecho es suyo. Actualmente Lourdes tiene tres querellas de la mujer que ha okupado su vivienda desde hace casi tres años.
Casa “okupada” en Villa de Cans, Cataluña. | Foto: Wikipedia
La primera, después de que Veiga montara una concentración de alrededor de 15 personas frente a su vivienda, oportunidad en que la señora la denunció por intimidación.
La segunda, cuando la propietaria publicó en Facebook que se celebraban cumpleaños y fiestas multitudinarias en su piso. Y la tercera porque supuestamente Veiga intimidó al hijo de la invasora, pero la propietaria asegura que ni siquiera lo conoce.
En una entrevista con Crónica Global, la catalana contó que en noviembre de 2017 terminó con su expareja y decidieron vender el piso que habían comprado. Después de mostrar el departamento a una pareja interesada, se dio cuenta de que el inmueble había sido ocupado.
Grafiti en apoyo a la “okupación” en Sevilla. | Foto: Wikipedia
La cerradura fue cambiada y dentro del domicilio una señora aseguraba que esa era su casa. Cuando acudió con los la Policía de la Generalidad-Mozos de Escuadra, ellos tomaron el acta, pero no sin antes advertirle lo siguiente:
“…Me dijeron que ni se me ocurriera entrar en el apartamento, que era allanamiento. También me contaron que conocían a la ocupante, una vieja conocida que ha tomado antes ocho pisos y antes del juicio se marcha para evitar ser condenada. Siempre se declara insolvente", contó indignada Lourdes.
Centro social “okupado” en Móstoles, Madrid. | Foto Wikipedia
“LO SIGO PAGANDO TODO”
La dueña del piso explicó que aunque vive con su pareja actual y su hijo menor, sigue pagando todos los gastos de su antigua vivienda. “Lo sigo pagando todo. Lo llevo todo al día: la hipoteca, el seguro, los impuestos (como el IBI) y demás". Lo peor es que si no paga todos los gastos, le embargan la nómina o la prestación.
Los trámites judiciales han sido una pesadilla para la catalana, quien en 2018 llegó a un acuerdo extrajudicial para que la ciudadana abandonara su vivienda, pero ésta lo incumplió.
"Aún estoy esperando. ¡Llevo tres años esperando! Vale que los trámites se han parado por el coronavirus, pero es que me parece demasiado", lamentó. Lo peor de todo es que la señora que ocupa la casa, al parecer presentó un contrato de alquiler en 2019 que ralentizó su desalojo.
Lourdes asegura que este documento es falso, pues con una sencilla búsqueda en Google se dio cuenta de que el arrendador no existe. Sin embargo, comprobar si la okupa tiene contrato o no ha retrasado el procedimiento judicial. Por esto Lourdes, desesperada, ahora pide ayuda en las redes sociales.
En la misma situación que Lourdes Veiga se encuentra Pilar Damián, una enfermera cuya casa ha sido ocupada durante el estado de emergencia por la pandemia. En la cuarentena, Damián se quedó en Reus, cerca del centro de salud donde trabaja, y dejó cerrada su casa en Vic, pero cuando regresó había una familia viviendo en ella.