Kiko Matamoros hace una triste confesión tras su intervención: su hija Anita ni siquiera le llamó
La relación entre Kiko Matamoros y su hija menor sigue siendo inexistente, y ni eventos como un cumpleaños o una importante cirugía logran que ocurra un acercamiento entre ellos.
La joven Anita Matamoros llegó a sus 20 años de vida y lo celebró con una gran fiesta organizada por su madre. Sin embargo, su padre, que se recuperaba en la cama del hospital luego de su cirugía, no la felicitó, así como ella no lo visitó ni le llamó para saber de él.
"No sé si sabe cómo estoy, por mi parte no, desde luego. Si la han informado porque se ha interesado ella pues mejor, pero si no, tampoco pasa nada", dijo Kiko, con mucho aplomo.
Y es que lamentablemente la relación entre Anita y su padre Kiko Matamoros no parece ir en vías de solucionarse, y ambos parecen sentirse muy cómodos con la distancia que se ha profundizado entre ellos.
Los problemas entre papá e hija se iniciaron a raíz de la separación de sus padres en agosto de 2018 y su posterior divorcio meses después.
Conversando por vía telefónica con Carlota Corredera, Kiko, quien asegura estar muy bien luego de que le fuera practicada una cirugía para extraerle la vesícula biliar, le dio su opinión acerca de la posible influencia que habría tenido su ex Makoke en el conflicto con su hija menor.
“Mi hija tiene suficiente personalidad para administrar sus emociones y sus sentimientos, no me paro en lo que haya hecho la madre, me da igual, mis relaciones con mi hija tienen que ser con mi hija”, expresó Matamoros.
El resto de los hijos de Kiko han estado muy presentes en este difícil trance que le ha tocado vivir en su paso por el quirófano, inclusive fueron Diego y su novia Carla quienes lo acompañaron al hospital, donde Marta López Álamo, novia del colaborador de ‘Sálvame’, no se ha apartado ni un minuto de él.
GLOBOS, MÚSICA Y PASTEL
La celebración del vigésimo cumpleaños de Anita en el local de Javier Tutela, su hermano, fue una total sorpresa para ella, quien tan solo esperaba una cena tranquila con sus amigos cercanos.
Su madre decidió que a pesar de las circunstancias, los 20 años merecen un gran festejo, así que en compañía de un grupo de mariachis y un gran pastel de cumpleaños irrumpió en el lugar y convirtió el tranquilo momento en una gran fiesta que todos disfrutaron.