Enrique Ponce enfrenta el descontento de sus fanáticos luego de su ruptura con Paloma Cuevas
El nuevo romance del torero ya le pasó factura a nivel profesional, pues sus fanáticos en el ruedo no le perdonan la forma como ha manejado su vida sentimental en las últimas semanas.
La ruptura entre Enrique Ponce y Paloma Cuevas ha levantado una gran polémica en la opinión pública, tras conocerse que la sólida pareja que conformaron por más de 20 años ha llegado a su fin.
Ellos se empeñaron en mantener su privacidad y afirmaron que el cariño que construyeron seguirá intacto por el bienestar de sus dos hijas. Además, quisieron dejar claro que su separación se debía al desgaste de la relación que venía desde hace dos años.
Sin embargo, la aparición de Ana Soria, la nueva novia del torero, sumó leña al fuego y puso todas las miradas sobre Enrique. Desde entonces, la joven almeriense se ha convertido para muchas personas en la causante de la separación.
La estudiante de derecho, de 21 años, también ha dicho en varias ocasiones que no tiene nada que ver en la ruptura amorosa de Enrique y su esposa Paloma, pero parece que nadie les cree.
Ahora los fanáticos del torero en el ruedo se han manifiestan visiblemente enojados por sus constantes demostraciones de amor para Soria y por la polémica ruptura con su esposa.
El diestro volvió al ruedo en la plaza de Osuna, en Sevilla, donde en lugar de aplausos fue recibido con abucheos y pancartas de apoyo a su expareja Paloma Cuevas.
De hecho, no era difícil escuchar a las embravecidas fanáticas de la tauromaquia gritando arengas al estilo “Paloma es una señora” o "¡Viva Paloma Cuevas!".
Por si fuera poco, aunque Ana Soria dijo que algún día estaría en las gradas de la plaza viendo a su novio, esta no fue la oportunidad, y la novia del torero brilló por su ausencia.
Eso sí, el diestro no desaprovechó para tener un gesto de amor con ella que llevó a la periodista María Patiño a recordar que con Paloma nunca tuvo un detalle así. También resaltó que a su parecer, Ponce “está como un adolescente”.
Y es que resulta que los toreros siempre dibujan en la arena una pequeña cruz antes de entrar al ruedo, pero Ponce en muestra de su gran amor por la jovencita decidió escribir la inicial de su nombre. Así, todos pudieron ver una “A” dibujada en el suelo antes la actuación del diestro.
Por ahora, a Enrique le ha quedado claro que el público no está feliz con las decisiones que ha tomado en su vida privada y se lo han demostrado en uno de los escenarios más importantes para él.
Paloma, por su parte, se mantiene alejada lo más que puede del escándalo y demuestra que en medio de esta turbulencia está enfocada en sus hijas. Mira aquí los detalles.